Es viernes, y el que puede procede a evadirse de la rutina. Para los que tenemos cierta inquietud en el culo y cierto amor por las latas de conserva con alas la mejor manera de empezar un fin de semana es a bordo de un avión. Como este fin de semana no se da el caso, utilizo Youtube como metadona. Hoy veremos aeropuertos del mundo en time lapse. Resulta fascinante ver la actividad frenética de cualquier aeropuerto internacional, el enorme volumen de tráfico que puede llegar a pasar por un aeródromo medianamente grande. Así que ahí van. Que los disfrutéis y, como de costumbre, ¡feliz fin de semana!
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Month: octubre 2015
Diez personas que vivieron en un aeropuerto (segunda parte)
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5.– Zahra Kamalfar – 10 meses – Aeropuerto de Moscú Sheremetyevo (Rusia)
Tras ser encarcelada por manifestarse contra el régimen iraní, Zahra Kamalfar se escapó del país a principios de 2006 aprovechando un permiso, junto con sus dos hijos. Con documentos falsos conseguidos por su familia voló a Moscú y de allí a Fráncfort, con la idea de trasladarse a Canadá, donde tenían familia. Sin embargo, las autoridades alemanas detectaron sus falsos pasaportes y la familia fue devuelta a Rusia. Tras encerrarlos unas semanas en un hotel moscovita las autoridades rusas trasladaron a los tres al aeropuerto y trataron de devolverla a Irán pero una campaña de apoyo popular y la intervención del Alto Comisionado de la ONU para los refugiados permitieron finalmente cancelar la repatriación, con Kamalfar y sus hijos ya en el aeropuerto. Durante diez meses esperaron en la zona de tránsito de Sheremetyevo, hasta que en marzo de 2007 finalmente las autoridades canadienses le concedieron el asilo político y pudo volar a Vancouver.
Zahra Kamalfar y sus dos hijos, en el aeropuerto de Moscú-Sheremetyevo (fuente)
Diez personas que vivieron en un aeropuerto (primera parte)
El antropólogo francés Marc Augé definió en cierta ocasión los aeropuertos como no-lugares, sitios de paso, meros trámites, tránsitos obligatorios pero insípidos, neutros, que nada aportan al que los visita. Englobaba en la misma categoría las habitaciones de hotel, las autopistas, los supermercados y en general esos lugares rutinarios que cruzamos sin detenernos camino de nuestro verdadero destino, sea el que sea. Los aeropuertos son un espacio donde centenares de miles de historias individuales convergen a diario, ignorándose mutuamente. Para la mayoría, la estancia en el aeropuerto es una obligación engorrosa, agravada con las cada vez más estrictas medidas de seguridad. Para otros un aeropuerto sigue siendo una aventura, una oportunidad de ver y hacer algo distinto, un sitio capaz de provocar mariposas en el estómago. Para algunos elegidos el aeropuerto es su lugar de trabajo, su obra, su oficina. Y para unos cuantos desafortunados, el aeropuerto es su casa, el lugar donde duermen, o incluso donde viven todo el día. Las razones que pueden llevar a alguien a residir de forma permanente o temporal en un aeropuerto van desde lo risible hasta lo trágico. Hoy vamos a repasar las historias de diez de estas personas.
El Principado del Outback: Hutt River
La Ogilvie Road es una polvorienta pista de grava de poco más de un par de metros de ancho que avanza flanqueada por arbustos en interminables rectas donde uno nunca llega a ver el final hasta que se lo encuentra como si acabaran de ponerlo allí mismo. La única distracción para la vista son unos cuantos eucaliptos a ambos lados de la carretera; circulamos en los kilómetros finales del Bush, el nombre que los australianos le dan coloquialmente a lo que queda entre la costa y el desierto que ocupa casi toda la superficie del continente, el Outback. Pero lo cierto es que no hay mucha diferencia entre este paisaje y el del desierto australiano, ambos son igualmente áridos e inquietantes. Desde este lugar en mitad de la nada Perth, la capital de Australia Occidental, queda a casi siete horas en coche, y Sídney, a tres días de viaje en tren. Nada quiebra la desolación del terreno salvo un cartel en el que se nos indica que acabamos de cruzar un límite internacional. Es sorprendente teniendo en cuenta que Australia no tiene fronteras internacionales, pero este país posee una infinidad de rarezas, y acabamos de entrar en una: el Principado de Hutt River.
© Dilettantiquity | Flickr
Una historia de amor y pasión en Google Maps
Kissing, Petting, Fucking, y finalmente, Wedding. Y en sólo nueve horas. ¡Qué bonito es el amor!
En anteriores episodios: Irse a Tomar por Culo o Ir de Repente a Kagar
Visto en Reddit.
La desaparición del sistema de enclaves más grande del mundo
Los cuatro mil kilómetros de Frontera que comparten la India y Bangladés no sólo son uno de los límites internacionales más conflictivos del mundo, sino que además también eran hasta hace unas semanas una de las fronteras más complicadas e imposibles de dibujar del planeta. El sistema de Cooch Bihar, que abarcaba casi el 80% de todos los enclaves y exclaves internacionales del mundo, fue oficialmente desmantelado el pasado 31 de julio, permitiendo a los cincuenta mil habitantes de los enclaves dejar de vivir como apátridas. En total había 163 enclaves, 24 metaenclaves (enclaves dentro de enclaves) y el único meta-metaenclave del mundo y, que se sepa, de todos los tiempos (un trozo de India dentro de Bangladés, a su vez dentro de India y a su vez dentro de Bangladés), de los que han dejado de existir todos excepto uno, que concentraba casi a la mitad de los habitantes del complejo. Es una buena noticia, que mejora la vida de decenas de miles de personas, pero es un acuerdo que llega con cuatro décadas de retraso o más.
Arriba, mapa del sistema de enclaves (clic en la imagen para ampliar). Debajo, esquema del sistema de enclaves y metaenclaves antes de su desaparición
Cómo se construye un Boeing 787 (en cuatro minutos)
Este maravilloso vídeo de la Boeing muestra el complejísimo proceso de construcción de un Boeing 787-9, desde la fabricación inicial del fuselaje hasta la pintura final con los colores de la aerolínea, en este caso la British Airways, pasando por la instalación de los galleys y el montaje de las turbinas, entre otras fases. El proceso que en el vídeo ocupa apenas unos minutos puede llevar meses en el mundo real, aunque el ensamblado final de las partes que ocupa la mayor parte del vídeo dura apenas tres días Seguir leyendo