Existen una serie de territorios en Estados Unidos que oficialmente son parte de un Estado en concreto pero en la práctica no están obligados a cumplir muchas leyes estatales, y en algunos casos ni siquiera las federales. No son naciones independientes, tampoco estados propiamente dichos, pero sí que tienen una voz distinta a la de los Estados en los que se asientan, y su único interlocutor, en teoría, es el gobierno federal de EE.UU. Son las Reservas Indias, unos entes autónomos semisoberanos bastante sui generis, hijos de la historia de la expansión de Estados Unidos hacia el Oeste.

Cuando hace cuatro siglos el Mayflower llegó a lo que hoy es la costa de Massachussets la población indígena al norte del Río Bravo rondaba los diez millones de personas. En los siguientes dos siglos y medio las Trece Colonias originales se convertirían en los Estados Unidos, y se expandirían hasta formar un imperio de costa a costa. Los dos principales damnificados en ese proceso fueron México y los pueblos nativos; unos perdieron más de la mitad de su territorio y otros la práctica totalidad de su población y sus tierras. Cuando EE.UU. se estableció como estado independiente los nativos no fueron considerados ciudadanos, quedando por tanto exentos de pagar impuestos, pero también al margen de cualquier decisión que se pudiera tomar sobre su futuro. Sucesivas derrotas indias, seguidas por tratados de paz que Washington solía pasarse por el forro conllevaron cada vez más pérdida de territorio por parte de los nativos. En 1830 se aprobó la Indian Removal Act, que en resumen permitía al gobierno federal enviar a todos los indios más allá del Misisipí. La migración forzada de varias docenas de miles de personas en condiciones penosas dejó varios miles de muertos a los costados del camino, en una epopeya tristísima conocida por los nativos como «Trail of Tears» o Sendero de las Lágrimas. En las siguientes décadas, guerras mediante, los indios fueron arrinconados paulatinamente hasta que en los años del cambio de siglo se establecieron la mayoría de las reservas actuales.

La constitución norteamericana reconoce a las naciones indias como entes diferenciados de los propios EE.UU., pero también distinto a «las naciones extranjeras», es decir, las deja en un limbo no del todo definido y a merced de la interpretación que Washington considerara más oportuna en cada momento. Entre 1823 y 1832 el Tribunal Supremo dictó la conocida como Trilogía de Marshall (por John Marshall, presidente del órgano judicial), según la cual las tribus indias eran «naciones domésticas dependientes» donde las leyes estatales no eran de aplicación, el único interlocutor válido con ellas sería el gobierno federal, y la relación entre ambos es «como la de un pupilo con su tutor («like that of a ward to his guardian«). Después de la Guerra Civil el Congreso aprobó una ley que prohibía al gobierno federal tratar como naciones independientes a las tribus, de manera que las relaciones con ellas no serían a través de tratados sino de leyes convencionales. El objetivo de la ley no era otro que apropiarse de las tierras indias de una forma más sencilla, algo que la ley Dawes, de 1885, haría todavía más fácil al asignar las tierras no a cada tribu sino a cada nativo de forma individual, de manera que la tierra «sobrante» pudiera ser entregada a colonos blancos. La idea final era sencillamente asimilar a los nativos americanos, que abandonaran su cultura tradicional en favor de la mayoritaria en los Estados Unidos. No fue hasta 1924 que se les concedió a los indios tanto la ciudadanía como el derecho a voto

Las décadas siguientes supusieron vaivenes en la relación tribal con el gobierno de Washington, pero a partir de los años 60 los derechos de los nativos en sus territorios fueron cada vez más reconocidos. En 1975 se aprobó la Ley de Autodeterminación India, que supuso la aparición de una soberanía incipiente sobre sus territorios, o al menos cierta autonomía. A partir de esa ley, ampliada en 1994, los indios recuperaron todas las competencias que el gobierno federal no tuviera para sí, como la recaudación de impuestos, la regulación del juego, etcétera. El desarrollo de esta autonomía, sin embargo, dependió mucho de la ubicación geográfica, el tamaño, la población o la capacidad de hacer presión de las diferentes tribus.

En total los territorios bajo soberanía india ocupan unos 225.000 kilómetros cuadrados (como la isla de Gran Bretaña, aproximadamente), repartidos en 326 reservas, la mayor de las cuales (la Nación Navajo) tiene una superficie de más de 70.000 kilómetros cuadrados, mientras que la más pequeña apenas llega a las seis hectáreas. En cuanto a población, aproximadamente un millón de nativos americanos, de los dos millones y medio que quedan hoy en día, residen en las reservas; 175.000 de ellos son navajos. La Nación Navajo es la más grande y poblada, y ha llegado a formar algo que podríamos describir sin alejarnos demasiado de la realidad como su propio Estado de la Unión; tienen su propio idioma oficial, fuerzas policiales, poderes ejecutivo, legislativo y judicial, recaudación de impuestos y regulaciones propias e independientes de los tres estados por los que se extiende su territorio, como el juego o la hora oficial.


El efecto más conocido internacionalmente de la soberanía india es la existencia de casinos en las reservas. Exceptuando Nevada y Luisiana, todos los Estados de EE.UU. mantienen ilegalizado el juego (con excepciones muy concretas como Atlantic City en Nueva Jersey); las reservas indias, al tratarse de entidades diferentes al Estado donde se encuentran, no están obligadas a cumplir esas leyes. En 1979 los Seminolas de Florida abrieron un bingo, que resultó ser extremadamente lucrativo al tratarse del único del Estado. Para 1986 ochenta tribus habían abierto sus propios locales de juego y apuestas, y en la actualidad existen más de trescientos casinos, bingos y recintos de todo tipo operados por reservas indias, que facturan 32.000 millones de dólares al año. El doble que todos los casinos de Las Vegas juntos.

La soberanía india, sin embargo, sólo afecta a los nativos americanos; el resto de ciudadanos están obligados a cumplir las regulaciones, pero no pueden ser juzgados por tribunales indios. De hecho ningún ciudadano, indio o no, puede ser juzgado por tribunales indígenas si la pena de cárcel es superior a dos años. Aún así la superposición de soberanías crea circunstancias excepcionales. Una reciente sentencia del Tribunal Supremo ha establecido que el conocido como Indian Territory hasta la incorporación de Oklahoma a la Unión, y que supone la mitad del territorio estatal e incluye su segunda ciudad más poblada (Tulsa), es a todos los efectos una reserva india. Esa decisión supone que los delitos leves cometidos por indios serán juzgados por los tribunales nativos, y los delitos graves, por los tribunales federales, quedando los tribunales estatales para los ciudadanos no indios. Miles de sentencias judiciales han quedado anuladas de la noche a la mañana, y decenas de criminales condenados por delitos graves tendrán que ser juzgados de nuevo por un tribunal federal.

Pese a las mejoras de las últimas décadas, la historia de los nativos americanos es la que es, y los habitantes de las reservas se cuentan entre los norteamericanos más pobres de todo el país. La Nación Navajo, la más exitosa de todas, padece unas tasas de pobreza extrema del 15%, frente al 4% de media del país; aproximadamente un tercio de todos los habitantes indios de las reservas acaban los estudios de secundaria. La cifra para los nativos americanos de fuera de las reservas es tres veces superior, y la media del país sobrepasa el 80%. Cualquier cifra que se consulte, desde el paro a la mortalidad infantil, es notablemente peor en las reservas indias. Y todo pese a disponer no ya de los ingresos de los casinos sino de transferencias milmillonarias anuales por parte del gobierno federal. ¿Qué es lo que falla? Varias cosas, pero la principal de ellas es que en realidad los indios no tienen control real sobre sus recursos. Las tierras en las que viven no pueden ser vendidas ni privatizadas, lo que hace más difícil invertir salvo que haya casinos de por medio, y cualquier uso de los recursos disponibles exige enfrentarse a la burocracia del Departamento de Asuntos Indios, un ente centralizado en Washington D.C. al que no todas las tribus pueden presionar de igual manera. A eso se suma la inseguridad jurídica inherente a la existencia de un sistema judicial propio y fuera del alcance de los juzgados estatales. Nadie presta dinero o financia la compra de un coche si en caso de impago no va a poder demandar al deudor. Y sobre todo ello, las consecuencias de siglo y medio de persecución y discriminación flagrantes. Si bien la situación ha mejorado notablemente en las últimas décadas, queda muchísimo camino por recorrer.
Fuentes y más info: Wikipedia (1, 2), History.com, Huck Magazine, Kahn Academy
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Es irónico, que algo que comenzaron los invasores ingleses, continuen los criollos, y es segregar a la gente que ya estaba ahí antes que ellos, a pesar de que ahora viven «mejor» que antes, la deuda con la tierra y su gente originaria sigue siendo enorme, pasarán siglos hasta que sea saldada
El proceso de «colonización» (en realidad es un genocidio) de los imperios europeos sobre los nativos americanos es sumamente distinto en la america latina con respecto a la anglosajona.
En la america latina, el adelantado español o bandeirante portugues venia solo, asi que era común que tenga hijos mestizos con las aborígenes, produciéndose una mezcla cultural que en definitiva era la imposición de la europea sobre la americana.
En cambio, los ingleses se movilizaban en familias, tal cual se ve en el famoso dia de accion de gracias, por lo que no había una mezcla genética tan descomunal como la ya mencionada. Las familias inglesas preservaban sus costumbres expulsando cada vez mas al oeste a los aborigenes.
Otro dos detalles muy tristes que falto mencionar sobre los aborigenes norteamericanos (llamados en Canada como first nation, desconozco si el termino se aplica en EEUU) es que la tasa de suicidios es el triple a la del resto de la población, como los trastornos alimentarios por obesidad.
El proceso de mestizaje que realizaron los colonizadores españoles y portugueses, pero no ingleses, tiene un origen «definitorio» de ambos pueblos.
Españoles y portugueses nunca se han visto a sí mismo como un grupo superior a otros y cualquiera podía incorporarse a esas «naciones» (musulmanes o judios, si se convertían al cristianismo pasaban a ser plenos súbditos de las respectivas coronas)
Los ingleses se definían como un pueblo «al que no se podía ingresar», normandos o sajones… es lo que hacía ser «inglés».
En la tradición católica, uno puede incorporar a otros al grupo (bautizándolo) y pasa a ser uno más.
En la tradición anglicana, los «otros» siempre son «otros» y no serán iguales n ninguna circunstancia.
Por eso un inglés emigraba con su familia y no se casaba con las nativas, Un español o portugués podía formar una familia con nativas y no por eso era peor visto ni en América ni en la metrópoli
Quizás es usted un habitante de una isla remota del pacífico. En España se hicieron leyes de expulsión y en Portugal ídem.
Musulmanes, judíos y gitanos han sido perseguidos y ese desprecio y segregación sigue hasta el finales del siglo pasado. Parecía que este siglo iba mejor pero Oh Sorpresa! Nació el sentimiento llegando incluso a fuerza política.
Bueno, dudo de esas voluntades como normal.
La ortografía dice mucho, es más bien lo principal y común en todo el continente. En las zonas llanas e Islas el nativo practicamente desapareció ( desplazo o exterminado ) desde la Pampa a las Grandes Llanuras.
Las Bahamas o Jamaica no contaban con nativos cuando pasaron a los ingleses.
Franceses, neerlandeses, ingleses o españoles hicieron lo mismo con sus islas.
Las zonas selváticas o de difícil acceso se libraron.
Veis mejor raptar o comprar ( o recibir como regalo) mujeres que viajar con todo la familia?
A lo mejor es porque eran soldados y buscaban oro y plata en plena época mercantilista, y los otros se instalaban con su familia en plena época de la fisiocracia.
La economía de la época es la que marca la colonización, y sino que se lo pregunten a los indios argentinos que recibieron a los católicos más tarde.
Vean las Leyes de Burgos de 1512 y compran cono que se nos cuenta en la entrada del blog.
Nada que ver el concepto de la conquista por part de los españoles (¿Castellanos?) y la de los ingleses.
Excelente entrada.
Una pregunta, dónde se puede obtener mas información sobre este párrafo:
«Cuando hace cuatro siglos el Mayflower llegó a lo que hoy es la costa de Massachussets la población indígena al norte del Río Bravo rondaba los diez millones de personas»
No sé, 10M me parece un tanto excesivo. Te creo porque eres tu 🙂
Saludos
P.S.: Vean la pelicula «Wind River».
Tema complejo
Hay buenas referencias en https://es.m.wikipedia.org/wiki/Población_de_América_precolombina
No recuerdo de dónde lo saqué pero una de las fuentes que usé fue la Wikipedia en inglés. Otra fue esta: https://www.encyclopedia.com/history/news-wires-white-papers-and-books/1600-1754-native-americans-overview
Bestial como siempre.
muy interesante artículo como siempre.
El tema de que los nativos son solo juzgados por tribunales indios (para delitos menores), supongo que se regula en base a la residencia en la reserva, no? o sea, a una persona con características y ancestros nativos pero que por lo que sea haya vivido siempre fuera de la reserva esto no le aplica, no? porque si no no veo cómo se decide quién es indio y quién no…
Supongo también que esto aplica solo a los delitos cometidos dentro de la reserva por residentes en la misma, es decir, si un indio comete un delito fuera de la reserva entonces sí es juzgado por tribunales «blancos», no? y si lo comete en otra reserva distinta le juzgan los tribunales de ésta o también los de los blancos?
vaya lío…
Creo que tienen que auto identificarse como tales. Los no indios, vivan o no en la reserva, están sujetos a las leyes estatales, los indios que no viven en la reserva pero sean de la misma tribu si no me equivoco y por lo que leí en su momento sí están sujetos a las leyes de la reserva
En los censos de EE UU y otros paises está descrito la etnia a la que perteneces, cosz que no sucede en España (por poner un ejemplo) donde el único dato que consta para que sete aplique una legislación es la vecindad.
«…aproximadamente un tercio de todos los habitantes indios de las reservas acaban los estudios de secundaria. La cifra para los nativos americanos de fuera de las reservas es tres veces superior…»
Tres veces superior a un tercio, ¿es que todos acaban los estudios de secundaria? 😉
Si «aproximadamente» incluye un margen del ~10% de error, un tercio puede ser «aproximadamente» el 30%. Tres veces más es el 90%, lo cual parece razonable como tasa de escolarización secundaria en zonas no deprimidas de EEUU.
Interesante omisión la del mapa de la segunda imagen, donde consideran las fronteras de los EEUU actuales (lo cual puedo entender por claridad) pero también obvian que la mayor parte de tal territorio, en los períodos mostrados, no era considerada “india” por las potencias que las controlaban, mayormente España y Francia, aparte de las posesiones inglesas que sí figuran como 13 Colonias/EEUU en expansión. Imagino que en aras de no perderse en consideraciones mutables de al menos 3 sistemas diferentes, pero creo que un par de líneas extra sobre la consideración jurídica de los nativos en los territorios no anglosajones y la aplicación real o no de tal consideración en la práctica no habrían sido demasiado complicadas.
Al margen de que lo ponga en tal imagen o no, sería interesante saber cuál era efectivamente el corpus jurídico respecto a los indios en época neoespañola/neofrancesa en el Oeste y zona del Mississippi, y en época mexicana pre-invasión en el s XIX, y cuál su aplicación efectiva. Entiendo que al menos en Nueva España y México nunca se impuso una política de proto-apartheid como en EEUU (vosotros a las reservas cada vez más pequeñas y con menos competencias, nosotros descendientes de europeos, al resto), sino una de asimilación pura y dura desde el principio, con sus consecuencias buenas y malas sobre la identidad y estátus de los nativos, pero tampoco tengo una idea clara sobre lo formalizado legalmente en esas zonas durante los ~350 años que no estuvieron bajo soberanía enteramente india o anglosajona.
Otro tema que debe de ser delirante de codificar legalmente (y cada vez más, con mestizaje y más «escrúpulos» para decidir quién es «cristiano viejo») incluso actualmente es el de quién es «indio» y por tanto tiene derecho a no estar sujeto a las leyes estatales, u otros derechos raciales.
O sea, si alguien se casa con un «no indio», sea blanco, negro, asiático o hindú imagino, ¿su descendencia es «india», y por tanto también se les aplican esos derechos raciales? ¿O sólo hasta la mayoría de edad? ¿Tienen que salir de la reserva entonces? Y si no, ¿hasta cuándo se permite la «dilución de la «raza roja»»? ¿Cuatro generaciones, como tradicionalmente en muchos puntos de Europa, o lo que decida cada tribu, o como los judíos vale tener algún antecesor autoproclamado como perteneciente a ese grupo étnico-cultural? ¿Y si un indio de la familia no vive en reserva, o no conoce su tribu? ¿Y si un ciudadano castaño de ojos azules, tez blanca y rasgos caucásicos puede demostrar que tiene una tatarabuela india, pero que todo indica fue violada por colonos, también puede atenerse a esas reglas? Tantas preguntas, y otras tantas en el tintero…
Que conste que me repugna usar la terminología racista anterior, y me parecen absurdos estos regímenes excluyentes de un modo u otro basados en separaciones más o menos arbitrarias en culturas/etnias/razas irreconciliables – pero quiero describir la situación con los términos que los defensores de tales sistemas parecen favorecer, sea en un lado o en el otro.
Muy interesante, muchas gracias. Resulta difícil de entender esa especie de soberanía que sólo afecta a los integrantes de una raza. No lo concibo. Sería más fácil convertir esas reservas en naciones soberanas internas de los EEUU y separadas de los Estados. Un poco como ha hecho Bolivia con su cuestión indígena. En ellas, todos los ciudadanos (con independencia de su raza) serian miembros de una comunidad que se basaría en las normas federales, por supuesto, y que protegería el idioma, la cultura y la idiosincrasia de cada pueblo nativo. Eso sería lo lógico. Hay una propuesta de nueva Constitución de EEUU en la red que habla de ello. Ahora que tanto se habla de la absurda segunda enmienda, ¿qué impide a los americanos dotarse de una Constitución del siglo XXI moderna, humanista y justa para nuestro tiempo? No entiendo que persistan en esas leyes que no son ni decimonónicas.
No hay que apartarse que son aborígenes indios que han sufrido si pero que a nivel mundial se han tornado en un mal también es verdad . Desde la incautación de tierras ilegalmente hasta la criminalidad con que se hace tres de personas desde ellos mismos a puesto en riesgo el trabajo genuino la natalidad saludable la educación temporal y el desarrollo normal de las razas que no lo son y ya superan en número
Personas que hay que desmitificar porque a cualq político u organismo insep o seudogubernametal les ha servido para decir una mentira a voces . Y no es correcto ni lo uno y menos los otros.
Regios trabajos artesanales que no trasmiten ya nada solo el hambre y sed de venganzas intestinos en todo continente conocido
Queda estar bien con ellos?
O mejor con cuántos más hay que quedar bien si al humano común ya se lo ha restringido al máximo y las aculturaciones han demostrado un alto grado de hermetismo y de casi una casta injusta que la pertenencia irrita en vez de conmover. En pocas palabras mueren miles de personas financiados por radicales políticos religiosos culturales raciales además debemos hacer prosperó y reliquia de lo que nos aparta de nuestra realidad para buscar un realismo ficticio lleno de arbitrariedades y hasta violento
Ver y mostrar. Es un paso de responsabilidad no de virtuosismo escolástico. Nefasto.
Hola su país ya a sufrido por lo menos 5 aculturalizaciones idiomaticas que tuvieron que asumir para convivir además de gobiernos imperialistas
Si a eso le agregamos la variedad de economías todas regionales aunque sea no a cuánto más la persona común americana quiere que castas que de pusieron sus principios y los alegraron horrible violencia feliz. Ahora todas esas personas ya tienen reservas cuestionables o no . Eso es operatividad de propagación lingüística hoy llame así.
Pero además se han enraizado en la democracia más antigua de su país y el de muchos de América inserciones de países que son getto sin presidentes. Árabes estados de turkestan sin presidente. Lo que quiero expresar que la libertad tiene estar unida va una inteligencia proporcial
Y digo esto porque tenemos guerreras muerte pandemias terremotos y la verdad que están propiciado por la defectuosa explotación de minerales hasta la contingencia de animales flora y muchas muchas razones para expandirlos para obtener gobiernos que los sacrifican aún más. Yo sé que la voluntad y amor necesita mucho dinero too se que muertos el dinero mas y vivos hay muchos de todo tipo y color banderas miles personas en el verdadero sentido de la palabra en verdadera extinción
No hay que vender como exótico y carísimo lo que es de una pobreza intestinal en otra lugar llámese Thailandia Corea china. Debe ser difícil además la crédula ignorancia sea inteligente. Piensen hagan maduren pero no crezcan hay caos en la felicidad que ofrecen
Soy Daniel Ubaldo tengo un hijo llamado Lorenzo yo soy un hombre insoportable estoy en medio de un divorcio y destesto a todos
Yo soy un negro de mierda y me merezco todo mal y lo sé
He enfermado y estafado a mí madre
ALicia. No la soporto.vdetesto a los curas y me cago de risa de todos