En el año 6500 antes de Cristo un ser humano cuyas motivaciones sólo podemos imaginar pintó una serie de figuras en una cueva que hoy conocemos como Abrigo de Cogull, en la provincia española de Lérida. Nueve figuras de mujeres rodean a un hombre, que tiene una única carácterística remarcable: tremendísimo badajo. En Pompeya existe un edificio llamado Casa de los Vettos, decorado con reproducciones del dios Príapo, caracterizado, de nuevo, por el monumental pajarraco entre sus piernas. Desde la antigüedad, pintar penes ha sido una constante en la historia del arte, y en la era de Google Maps, las cosas no han cambiado mucho. Pero a veces es la propia naturaleza la que nos sorprende dejando aquí y allá mingas para que personas con mucho tiempo libre las descubran. Hoy en Fronteras: mapas que son la polla.
