Las últimas horas del Muro de Berlín

Siete y cuarto de la mañana. Amanece en Berlín. Los primeros rayos de sol funden la escarcha que cubre el muro que divide la ciudad, cubierto de grafitis por un lado y de policías armados hasta los dientes por el otro. En la República Democrática Alemana un grupo de soldados jóvenes recoge la basura que han lanzado desde el otro lado de la frontera. A unos pocos metros, en la Republica Federal Alemana, un jubilado pasea a su perro. Nadie lo sabe todavía, pero el día que recién nace pasará a los libros de historia y será recordado durante generaciones. Hoy es 9 de noviembre de 1989 y es el día en el que caerá el muro de Berlín

Amanecer en el Muro de Berlín, 1986 (fuente)

Prólogo: Hungría, verano de 1989

El presidente de Hungría en 1989 era Miklós Neméth. Su llegada al poder había propiciado una serie de reformas aperturistas como la libertad de expresión y asociación, el multipartidismo y demás peligrosas ideas burguesas, con vistas a celebrar unas elecciones libres. Apenas treinta años antes una revolución mucho menos ambiciosa había provocado la intervención del ejército soviético, que todavía mantenía cien mil soldados ocupando el país, pero los tiempos habían cambiado. Con Mijail Gorbachov en el Kremlin los satélites europeos de la URSS tenían libertad de movimientos y ya no estaban obligados a obedecer al Politburó. Así que el gobierno húngaro, entre otras cosas, desmanteló la mayor parte de la verja fronteriza con Austria. Decenas de miles de alemanes orientales aprovecharon el hueco en el Telón de acero para huir a Alemania Occidental a través de Hungría y Austria, ignorando los aspavientos de Erich Honecker, un partidario de la línea dura que presidía la República Democrática Alemana desde principios de los setenta. El 19 de agosto de 1989 un millar de ciudadanos de la RDA escaparon a Austria durante una celebración pacifista denominada Picnic Paneuropeo. Al mismo tiempo miles de personas escapaban de Rumanía hacia Hungría huyendo de la brutalidad de Ceaucescu. Tras una serie de conversaciones mantenidas en Budapest a lo largo del verano y el otoño del 89, el 20 de octubre Hungría dejaba de ser una República Socialista. La primera ficha del dominó había caído. Al Telón de Acero le habían salido sus primeras grietas.

Cientos de alemanes huyen a través de la frontera entre Hugría y Austria durante el Picnic Paneuropeo

Alemania Oriental, otoño de 1989

El 7 de octubre la República Democrática Alemana celebró su cuadragésimo aniversario con la pompa y el boato habituales en las dictaduras socialistas. Misiles, carros de combate, camarada esto y lo otro. Erich Honecker, canciller del país desde hacía más de veinte años, presidió el desfile patriótico junto a Mijail Gorbachov, que le instó públicamente a hacer reformas al estilo de la Perestroika y la Glasnost que él mismo estaba desarrollando en la Unión Soviética. Honecker le ignoró. Unos días después, carcomido por un cáncer, se vio obligado a dejar la jefatura del Estado germano oriental. Fue sustituido por Egon Krenz, conocido popularmente por los alemanes como Caracaballo. En la dictadura germano oriental las manifestaciones masivas exigiendo reformas se suceden día sí y día también. Krenz promete aperturismo, aunque no hace ni tres meses que celebró públicamente las masacres de Tiananmen en China. Sus ciudadanos responden desertando en masa a Checoslovaquia y Hungría. Más de treinta mil en la primera semana de noviembre. El 4 de noviembre Alexanderplatz se llena con varios cientos de miles de personas exigiendo la dimisión de Egon Krentz. La manifestación había sido autorizada por el gobierno a condición de subir a algunos de sus miembros al escenario central a leer discursos pro régimen. Allí fue abucheado Gunter Schabowski, un apparatchik recién ascendido a portavoz no oficial del régimen, y cuyo nombre entrará pronto en los libros de Historia

Berlín: 9 de noviembre de 1989

18:00 En el Centro de Prensa Internacional de Berlín Este, Gunter Schabowski se presenta como cada día a explicar las novedades legislativas de la República Democrática Alemana. No está muy cómodo con su trabajo como portavoz oficioso del régimen; acostumbrado a un tipo de periodismo consistente en dictarles a los periodistas exactamente lo que tienen que publicar, tratar con la prensa occidental se le hace cuesta arriba.

18:15 Schabowski comienza su rueda de prensa leyendo los nombres de los presentes en la reunión diaria del Comité Central del Partido, algo que suena exactamente tan aburrido como es. Egon Krenz, a la salida de la reunión, le pasó un papelito en el que se explicaban algunos puntos de una nueva ley de viajes que permitiría a los alemanes orientales cruzar al otro lado de la frontera interalemana siempre que se contara con un pasaporte válido. La ley no debía ser anunciada hasta la mañana siguiente pero Krenz olvidó mencionarlo.

Rueda de prensa de Gunter Schabowski el 9 de noviembre de 1989 con subtítulos en inglés

18:45 La conferencia de prensa sigue su curso, aburrida como un partido de cricket. Tom Brokaw, un conocido presentador de la NBC, observa como el corresponsal de Associated Press se queda dormido. En la sede de la ABC en Berlín Occidental Barry Dunsmore observa la retransmisión televisada de la rueda de prensa. Se trata de la primera vez que se emite en directo por la televisión nacional germano oriental.

18:53 Riccardo Ehrman, un periodista italiano de la agencia ANSA, hace una pregunta acerca de nuevas leyes de viaje previstas. Schabowski se enreda en su palabrería burocrática y contesta algo como «estamos al tanto de esta tendencia de parte de la población de viajar o dejar la RDA, y tenemos ideas al respecto… una compleja renovación de la sociedad… que no haga que la gente se sienta obligada a resolver sus problemas personales así…» y otro montón de paja sin ningún interés real

18:55 De repente Schabowski recuerda que tiene un papel entregado por el presidente en persona que habla de esto. «Estamos tratando el tema de una nueva legislación de viajes, que de momento es un borrador, pero hasta donde yo sé hoy se ha tomado una decisión basada en una recomendación del Politburó para reformar las leyes y que la gente pueda abandonar la RDA de forma permanente […] así que hemos decidido establecer una legislación que permita a todos los ciudadanos cruzar la frontera directamente a través de los puestos fronterizos de la RDA».

18:57 Los hasta ahora adormilados periodistas no dan crédito a lo que están oyendo. Con los ojos cada vez más abiertos escuchan como el portavoz de la RDA afirma que el régimen va a abrir las fronteras sin más. Un periodista pregunta cuándo entra en vigor la norma. Schabowski está perdidísimo así que agarra el papel que le había entregado Egon Krenz y que apenas había ojeado por encima y lee en voz alta lo siguiente: «Los viajes privados al extranjero podrán solicitarse sin aducir razones especiales como visitas familiares, y serán concedidos de inmediato. La Oficina de la Volkspolizei garantizará visados para la emigración permanente de forma inmediata. Podrán usarse todos los puestos fronterizos entre la RDA y la RFA. Los ciudadanos que deseen abandonar la RDA no necesitarán ir a un tercer país»

Gunter Schabowski en 2007. Tras la disolución de la RDA, fue juzgado por el asesinato de decenas de civiles que intentaron saltar el muro, al haber participado en reuniones donde se autorizó a los guardias disparar a los fugitivos. Admitió su responsabilidad en los crímenes y fue condenado a 3 años de cárcel, de los que cumplió solo uno, pues fue indultado. Murió en 2015, a los 86 años de edad.

18:59 Un periodista, no se sabe quién, hace la pregunta crucial, la que desatará el caos y la alegría a partes iguales: «¿A partir de cuándo?». Schabowski consulta sus papeles y, sin encontrar una respuesta, termina pronunciando dos palabras que cambiarán la Historia de Europa para siempre:

sofortunverzüglich

«De inmediato, sin demora»

19:00 Algunos periodistas extranjeros saltan de sus sillas y corren hacia el teléfono más cercano. La noticia les quema en las manos. Schabowski contesta más preguntas: ¿La medida incluye Berlín Occidental? El funcionario lee sus notas. En efecto, lo incluye. ¿Qué va a pasar ahora con el Muro de Berlín? Pues mire, yo qué sé, son las siete y me quiero ir a casa.

19:02 La bola empieza a rodar. Reuters lanza un teletipo al mundo entero, que de momento reacciona con indiferencia: «Salida de la RDA a través de todos los pasos fronterizos posible de inmediato». Dos minutos más tarde la agencia de prensa germano oriental publica el texto completo de la ley.

19:05 Berlín Occidental. El alcalde de la ciudad, Walter Momper, está en una entrega de premios. De repente su chófer y un editor de prensa irrumpen en la sala y se lo llevan entre bambalinas donde le muestran en un monitor la rueda de prensa grabada

19;12 Barrie Dunsmore, director de la oficina de la ABC en Alemania repasa con un intérprete la conferencia. «Inmediatamente, ya, sin demora», ¿Es eso lo que ha dicho? Dunsmore es escéptico con los regímenes comunistas y su costumbre de dar bandazos según sople el viento.

19:15. El alcalde de Berlín Occidental sale del teatro por una ventana y corre hacia su oficina en el Ayuntamiento. En su mente se ha formado una idea: «Actúa como si». Actuar como si el muro hubiera caído, como si fuera lo más normal del mundo que las puertas se hubieran abierto finalmente. Así el régimen tendrá más difícil echarse atrás. En realidad no había vuelta atrás

19:22. Tom Brokaw ha entrevistado a Schabowski en una sala aparte. Preguntado acerca de si sus declaraciones suponen de facto libertad de viaje para los germano orientales, la respuesta es «Yes, of course«. ¿Es posible cruzar el muro? Es posible cruzar la frontera. Broclaw lo interpreta como un sí. Al salir de la sala  los compañeros le preguntan si es cierto que se va abrir el Muro. Broclaw grita al pasar «Es verdad, el Muro se está derrumbando».

19:30 Empiezan a concentrarse ciudadanos en los pasos fronterizos. En el de la Bornholmer Strasse, donde trabaja el guardia Harald Jäger desde hace un cuarto de siglo, son ya casi cien personas haciendo cola esperando no se sabe muy bien qué. Jäger ha llamado a su superior, que le ha tranquilizado y le ha dicho que nada ha cambiado. Pero en realidad todo ha cambiado ya.

Vista aérea del paso fronterizo de la Bornholmer Strasse. Hoy se llama «Plaza del 9 de noviembre de 1989».

19:45 Bonn, República Federal Alemana. En el Bundestag se celebra una sesión parlamentaria acerca de deducciones fiscales cuando llega la noticia de que se va a abrir el Muro. Los parlamentarios se ponen en pie y entonan el Deutschland über Alles.

19:55 Albrecht Rau, propietario de un café en el lado occidental del Checkpoint Charlie, se acerca a los soldados orientales para ofrecerles una botella de vino espumoso. Los guardias lo rechazan amablemente, pero mientras regresa varios periodistas le confunden con un germano oriental que ha salido del país con una botella de champán para celebrarlo y así lo transmiten a sus redacciones. La ficción precede a la realidad.

20:35 La concentración de ciudadanos germano orientales a lo largo de la frontera empieza a ser notable. Varios miles en Checkpoint Charlie, y varios cientos en la Bornholmer Strasse. Harald Jäger llama de nuevo a su jefe, que le dice que no haga nada anormal. Jäger está preocupado. ¿Qué puede hacer si la muchedumbre se pone violenta? ¿Disparar contra ellos? Él es un soldado, no un asesino. Cientos de personas se suman a la concentración espontánea cada pocos minutos. A las nueve menos diez llama por quinta vez a su superior, que le añade a una llamada a tres con su propio jefe. La llamada concluye con la siguiente frase: «Dígale a Jäger que no sea cobarde». Harald Jäger, 46 años, 25 de ellos como Vopo (Volkspolizei) y de fidelidad perruna al régimen, siente cómo crece la ira en su interior.

Harald Jäger en 2014. Tras la caída del Muro y la desaparición de la RFA se quedó sin trabajo. Unos años después abrió un kiosko de prensa y publicó un libro: El hombre que abrió el Muro de Berlín

21:00 A las nueve de la noche, la multitud empieza a ser ingobernable. Harald Jäger señala con un dedo a los más gritones de entre la muchedumbre y literalmente los echa del país. Técnicamente lo que hace es dejarles pasar a Berlín Occidental, pero invalidando su pasaporte antes. La idea era dejar escapar un poco de vapor para que la presión interior disminuyera. No funciona. La masa entra en estado de histeria. Desde el otro lado se filman a los pocos a los que han dejado salir. La euforia se dispara.

21:10 En el partido de copa Stuttgart-Bayern de Múnich los videomarcadores emiten imágenes en directo de la muchedumbre asaltando el Muro desde el Oeste y los pocos que cruzan desde el Este. El estadio se viene abajo.

21:35 La muchedumbre en Checkpoint Charlie sobrepasa con creces la capacidad de resistencia de los guardias. Se empiezan a escuchar gritos de «Abrid las puertas». Todos los guardias disponibles forman barreras humanas para contener a la creciente masa humana.

22:15 La noticia se ha extendido por Berlín Occidental y cientos primero y miles de personas después se concentran en los alrededores del Muro, donde cantan, bailan y gritan. Algunos intentan escalarlo pero son amenazados por los guardias orientales.

22:30 En Bornholmer Strasse la muchedumbre se mueve en la escala de las decenas de miles de personas, pero sólo unas treinta han sido autorizadas a cruzar la frontera. En realidad han sido obligadas, y técnicamente han sido expulsadas del país. Algunos intentan volver y aunque su pasaporte ha sido anulado Harald Jäger desobedece órdenes por segunda vez en la noche y les deja regresar.

22:40 El informativo nocturno de la ARD abre con las siguientes palabras de Hanns-Joachim Friedrichs: «Es necesaria cierta cautela a la hora de usar superlativos, pero esta noche nos arriesgaremos. El nueve de noviembre es un día histórico. La República Democrática Alemana ha anunciado que sus fronteras están abiertas, desde ahora mismo». No era cierto. Pero dio exactamente igual. Berlín enloqueció.

23:00 Puerta de Brandemburgo. Decenas, cientos de berlineses occidentales asaltan el Muro gritando «libertad». Reciben órdenes de bajarse inmediatamente, las ignoran. La fiesta ha comenzado.

23:25 Treinta mil personas abarrotan los alrededores del paso fronterizo de  Bornholmer Strasse. Harald Jäger, después de diecisiete horas de guardia y temblando de agotamiento toma una decisión. Llama por última vez a su superior y sin dejarle hablar dice: «Procedo a finalizar los controles y a permitir el paso de la población», y cuelga. Acto seguido ordena a sus hombres abrir la frontera. El Muro, construido en 1961, 27 años en pie, acaba de empezar a caerse a pedazos. La muchedumbre enloquece de júbilo a ambos lados de la frontera. No han terminado de abrir las barreras cuando la masa de gente se lanza al otro lado. Es real. El Muro ha caído.

Minuto 6:14. Contemplad la Historia en directo, lectores

23:35 Los guardas de Checkpoint Charlie se enteran de lo sucedido a cinco kilómetros al Sur y toman la misma decisión. Abren las puertas. La gente no se lo cree. A ambos lados del Muro el estallido de alegría derriba una frontera infranqueable hasta hacía unas horas. Es real. La gente cruza sólo para saber que es posible, sólo porque hoy puede hacerlo. Señoras con rulos, estudiantes punkis, obreros metalúrgicos, dependientas de tienda, jubilados; un gentío informe que avanza en tropel hacia Berlín Occidental cantando, riendo y gritando, algunos con lágrimas en los ojos. Al otro lado les recibe un hervidero de gente no menos eufórica. La fiesta más grande de la Historia de Alemania se extiende a toda la ciudad

10 de noviembre de 1989. Medianoche

En la Puerta de Brandemburgo una multitud armada con martillos, hachas y cualquier herramienta disponible se abalanza sobre el Muro y comienza a demolerlo guijarro a guijarro. A lo largo de cientos de metros de hormigón, varios miles de personas están, literalmente, bailando sobre la frontera más letal de Europa. Los guardias orientales intentan echarles a manguerazos, pero les da igual. Regresan. Cantan. Bailan. Ríen. Celebran. El Muro ha caído. Es real

00:30 En la costa este de Estados Unidos son las seis y media de la tarde. Tom Brokaw entra en directo en las noticias de la NBC desde la Puerta de Brandemburgo. «Un momento histórico esta noche. El muro de Berlín ya no puede contener al pueblo de Alemania Oriental». Decenas de miles de personas han cruzado la frontera, que ha quedado reducida a la nada. Alemania Oriental existiría once meses más como país, pero esa noche su desaparición ya no admitía dudas. El experimento soviético había fracasado. La guerra fría había terminado.

01:00 Desde una cabina de teléfono en la Kurfürstendamm una mujer de 35 años llama por teléfono a su tía en Hamburgo. Residente en Templin, 80 km al norte de Berlín, ha venido sólo para cruzar la frontera y unirse a las celebraciones. Nació llamándose Angela Dorothea Kasner, pero tras su matrimonio se cambió el apellido y por entonces ya usaba el nombre por el que todos la conocemos: Angela Merkel.

Epílogo: 31 de diciembre de 1989

David Hasselhoff, conocidísimo actor televisivo protagonista de la serie El Coche Fantástico, se sube a la cesta de una plataforma elevadora situada junto al Muro de Berlín, en plena Puerta de Brandemburgo. Lleva puesta una chaqueta de cuero incrustada de bombillas. Es casi medianoche y la ZDF retransmite en directo su actuación. Varios miles de personas sobre y alrededor del Muro contemplan la actuación en vivo. Algunos, probablemente bajo los efectos del alcohol, le lanzan petardos y botellas. Hasselhoff, ajeno a todo, y sobre las ruinas de la frontera más dura de Europa, interpreta su tema más conocido: Looking for Freedom. En busca de la Libertad. La década de los 80 muere de la manera más bizarra posible. Nueve meses después se producirá la reunificación de Alemania.

Esta es la entrada número 500 de la historia de este blog y me ha parecido maravilloso dedicársela a mi momento histórico favorito del siglo XX. A los que habéis leído las 500, gracias. A los que no, pues ya tenéis para leer. Si os ha gustado esto, os recomiendo que empecéis por aquí:

Die Mauer (y su segunda parte), una historia del Muro de Berlín
El niño que iba a la escuela escoltado por el ejército. Berlín, enclaves y tanques
Cuando había dos Alemanias: Visita a la durísima frontera entre ambas fuera de Berlín
Las primeras grietas del Telón de Acero, Hungría y el Pícnic Paneuropeo
El bosque donde el Telón de Acero sigue en pie. Animales y fronteras

20 respuestas a “Las últimas horas del Muro de Berlín

  1. pedgonvi 9-noviembre-2019 / 8:50 am

    Yo he leído las 500 🙂

    • Diego González 9-noviembre-2019 / 11:10 pm

      🙂 Tiene su mérito. Todas juntas suman como un millón de palabras, más o menos unas dos mil páginas. Ahí es nada.

  2. Marcelo 9-noviembre-2019 / 12:30 pm

    Yo también he leído las 500. Gran abrazo Don Diego !!

    • Diego González 9-noviembre-2019 / 11:10 pm

      Muchas gracias, Marcelo. Debes estar por aquí desde el 20 aniversario de la caída del Muro, más o menos 😀

  3. Mutiu 9-noviembre-2019 / 2:02 pm

    Gran entrada la de hoy, a por otras 500.

  4. tucumano 9-noviembre-2019 / 3:10 pm

    IMPRESIONANTE
    me encanta como lo relataste, no conocia la historia con estos detalles
    viva la libertad!

    • Diego González 9-noviembre-2019 / 11:09 pm

      Me alegro de que te haya gustado, Tucu. Tú eres autor de dos de esas 500 entradas así que gracias doblemente 🙂

      • tucumano 10-noviembre-2019 / 3:04 am

        Felicidades por las 500 entradas!!!!
        Al final nunca hicimos el concurso con el jurado internacional jejeje
        che, en el video de David Hasselhoff (apellido aleman, si no los hay) en el 1:50 casi lo matan desde el lado este… cerquita estuvo

  5. Andrés 9-noviembre-2019 / 10:11 pm

    Felices 500!!! Yo los leí todos en 3 meses, cuando te descubrí agarre el habito de leerte de camino a el trabajo. Fue un hallazgo muy bueno encontrar el blog de frontnteras. Por muchos mas.

  6. oraculador 11-noviembre-2019 / 4:45 pm

    Magnífica entrada, enhorabuena.
    solo aclarar que Bornholmer strasse está al norte de Checkpoint Charlie, no al sur.

  7. Nimo_HT (ex Kevin) 13-noviembre-2019 / 9:27 pm

    Un poco tarde pero al fin aquí pasamos…
    Anoche pude leer el postazo del último día del muro, y reconozco que además de un poco de emoción, sentía por dentro el hermoso himno de Alemania, y reviví un poquito del impacto que fue encontrarse con «el renacer de la libertad» que vi cuando era un adolescente.

    Felicitaciones una vez más por los 500 (que debo haber leido todos, o casi todos) y vamos por otros 12 años de Fronteras (que haya más posts, y menos líneas que separan a los hombres, eso sí!)
    Desde Argentina GRACIAS TOTALES.

  8. Pepe 19-noviembre-2019 / 5:43 pm

    Fan desde hace años, me encanta el blog. No sé si he leído las 500, pero 499 seguro. Enhorabuena y gracias.

  9. chando 29-diciembre-2019 / 3:46 pm

    Bestial Diego. Una de mis favoritas entre todas las entradas

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