Quince años no es nada

«Éramos felices y no lo sabíamos». He leído esa frase muchas veces a lo largo de los últimos tres lustros, sobre todo en los últimos cinco o seis años. Generalmente y al menos en España, se refieren a la década que va de finales de los noventa a finales de los 2000, una década de crecimiento económico y optimismo social, con el terrorismo nacionalista e islamista como enemigo común y la sensación de estar entrando en el primer mundo por la puerta grande. Curiosamente, es más fácil leerles o escucharles esas palabras a gente que por aquella época en el mejor de los casos no había terminado la primaria, y que muchas veces no había siquiera nacido. Todo está inventado hace mucho tiempo. Cualquiera tiempo pasado/fue mejor, rezan los dos versos que cierran la primera de las cuarenta Coplas a la muerte de su padre  de Jorge Manrique. Las escribió en los años setenta. Del siglo XV. Cuatro siglos más tarde, la actriz francesa y ganadora de un Óscar Simone Signoret publicó su autobiografía con el título La nostalgia no es lo que era, una frase ingeniosa que, cuenta, leyó por primera vez grafiteada en un muro en Mahattan.

Fronterasblog en sus inicios, tal y como lo capturó la Wayback Machine el 12 de enero de 2008

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El madrileño que hablaba catalán. Una historia personal

El 24 de noviembre de 2005 recibí en el móvil una llamada que cambiaría mi vida para siempre. Era cerca de la una de la tarde y me encontraba en un anodino edificio de oficinas cerca del Aeropuerto de Barajas, en mi puesto de trabajo como teleoperador en una empresa de nombre improbable que disponía de la concesión para el servicio de atención al cliente de una gran compañía eléctrica. El presidente Zapatero llevaba poco más de un año en el cargo, sólo existían cuatro canales nacionales de televisión en abierto y el Fútbol Club Barcelona atesoraba una única Champions League en sus vitrinas. Quien me llamaba era el que sería mi jefe durante más de tres años y lo que me comunicó es que habían decidido contratarme. El trabajo tenía mucha mejor pinta que la aburridísima sucesión de llamadas que atendía de ocho a cuatro y el sueldo sobrepasaba por muy poco el mileurismo en doce pagas (una fortuna comparado con mi salario como teleoperata), pero lo que realmente suponía un cambio es que el puesto de trabajo era en Barcelona.

La comisaría de Vía Laietana, en Barcelona, y a la derecha con letras de colores, la ventana desde la que yo miraba pasar el tiempo mientras hablaba por teléfono.

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Cien temas que probablemente bailaste en los noventa (décima parte y FIN)

Esta es la última parte de un viaje musical de casi diez años acerca de una de las obsesiones enfermizas del autor de este blog: la música dance de los noventa. Para leer las entregas anteriores pincha en los correspondientes enlaces:

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En una discoteca hay dos clases de hombres. Los hombres de barra y los hombres de pista. Y cada uno de ellos debería respetar el territorio del otro. Yo, por supuesto, nunca lo hice. Mi forma de bailar se parece más a una electrocución durante un ataque de epilepsia que a cualquier tipo de danza conocida por el ser humano, y en la barra mi yo de dieciocho años era capaz de derribar sin inmutarse a maromos que me cuadruplicaban en peso, pero aún así siempre pasé mucho más rato en la pista que en la barra. En parte por una cuestión económica, en parte por carencia absoluta de vergüenza, y también, por qué negarlo, porque la ingesta alcohólica tenía como efecto secundario la firme creencia de que mis espasmos y estertores podían ser confundidos con alguna habilidad motora. El caso es que me lo pasé muy bien bailando entre, pongamos, 1992 y 2008, fechas que marcan mi entrada en la adolescencia y el final de la misma, ya con 29 años. Todo este larguísimo recopilatorio de 8 años, cien canciones y más de veinte mil palabras no es más que un homenaje a mi propia adolescencia y juventud, un canto del cisne de un cuarentón que ve venir la inevitable cuesta abajo y decadencia y ha decidido dejar para la posteridad un recuerdo emocionado de aquellas larguísimas noches dándolo todo en discotecas de extrarradio, bares pijos, raves al aire libre o el jardín con piscina de la casa de algún amigo. Así que ya hemos llegado al final de este viaje musical. Cien canciones, y quizás otras cien que merecían estar pero que dejé fuera porque, bueno, doscientas canciones son demasiadas. Fronteras regresará dentro de unos días a su programación habitual de límites internacionales, lugares remotos y pueblos abandonados en mitad del desierto con ocasionales incursiones en toponimia escatológica. Pero antes, por última vez, aquí va mi homenaje a algunos temazos que nos hicieron botar como enloquecidos en aquellas fiestas noventeras. ¡Todo el mundo a hacer Potrom Potrom!

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Noventa temas que probablemente bailaste en los noventa (novena parte)

Esta es una recopilación siempre en marcha de una de las obsesiones enfermizas del autor de este blog: la música dance de los noventa. Para leer las entregas anteriores y la posterior que cierra la serie pincha en los correspondientes enlaces:

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Esta es la novena y penúltima parte de este titánico repaso a los grandes éxitos de la música de baile de los noventa. La primera de las nueve entradas dedicadas a este nicho específico músicotemporal es la más visitada de las más de quinientas que se han publicado en este rincón fronterizo; más de un cuarto de millón de lecturas hasta hoy, y no todas son mías. Así las cosas, he querido estirar el chicle hasta los cien pelotazos. Porque yo lo valgo. Esta interminable serie se inició con una anotación que pretendía ser la primera de sólo 2, y fue publicada en diciembre de 2011. Ha sido por tanto un viaje de poco más de ocho años, casi la misma duración de la década que pretendía diseccionar. No voy a negar que he disfrutado muchísimo escribiendo esta larguísima serie, entre otras cosas porque me ha permitido poner musicote a todo volumen y decirle a mi indignada esposa con mi mejor cara de no haber roto un plato que me estaba documentando para el blog. No, yo tampoco sé cómo me aguanta. Seguir leyendo

El mejor gol de la historia

En 1966 Ceuta era probablemente la ciudad más aislada de España. Contaba ya con más de setenta mil habitantes y estaba situada a apenas quince kilómetros del resto del país, pero esos quince kilkómetros bien podrían tratase del Océano Atlántico entero cuando el último barco se marchaba cada noche, o cuando arreciaba el temporal y los ferris se quedaban amarrados en el muelle de Algeciras, dejando al enclave español a su merced. En esa Ceuta donde todo el mundo hacía la mili y en la que nadie había escuchado hablar de alambres de espino en la frontera vino al mundo Mohamed Ali Amar. Su nombre probablemente no le diga nada al lector, pero su historia sí. Al fin y al cabo nuestro protagonista de hoy marcó el mejor gol de la historia del fútbol: el gol de Nayim.

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80 temas que probablemente bailaste en los noventa (octava parte)

Esta es una recopilación siempre en marcha de una de las obsesiones enfermizas del autor de este blog: la música dance de los noventa. Para leer las entregas anteriores pincha en los correspondientes enlaces:

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71.- Los del Río – Macarena (1996)

Esta es la octava entrega de un recopilatorio eterno de música de baile de la década de 1990. Vamos, pues por ochenta canciones reseñadas. Si hubiera que eliminar 79 y dejar sólo una, sería, sin la menor duda, esta. Es difícil describir hasta que punto el verano de 1996 en prácticamente todo el mundo (excepto, curiosamente, España) se convirtió en el verano de la Macarena. Números 1 en toda Europa, Estados Unidos y Australia, decenas de millones de discos vendidos, y ni un solo evento, grande o pequeño, sin la Macarena y, especialmente, su baile. Porque fue el baile lo que hizo que de Estados Unidos a Finlandia, de Canadá a Holanda y del Reino Unido a Australia aquel verano la Macarena fuera la banda sonora del mundo. Para cuando se hicieron millonarios Los del Río llevaban treinta años ganándose los garbanzos de escenario en escenario por toda Andalucía, España y también por los países de habla hispana. Habían lanzando Macarena en 1993, en una versión rumbera que se alzó como canción del verano en España y tuvo bastante recorrido en América. En 1995 su compañía fue absorbida por la multinacional RCA y un productor de la discográfica sintió un extraño gusanillo en su interior. Intuición, llamémosle. Agarró la canción, le añadió unos samples más sencillos que el mecanismo de un botijo, le asestó una pista en inglés y grabó un vídeo con una coreografía indigna ejecutada por supermodelos. Y, como se dice en el argot técnico, lo petó. Pero a lo grande además. La versión de los neoyorquinos Bayside arrasó en México primero, en Miami después y en todo Estados Unidos y el mundo anglo acto seguido. Lo que vino después es conocido por todos. El equipo norteamericano de Gimnasia Rítmica de los Juegos Olímpicos de Atlanta bailando a Los del Río en la ceremonia de clausura, Hillary Clinton extasiada con la Convención del Partido Demócrata haciendo los cuatro movimientos de la danza, el estadio de los Yankees de Nueva York puesto en pie al ritmo de unos cincuentones de Sevilla, karaokes, discotecas, pachangas, fiestas en la playa de todo el país, todas ellas marcadas por un bailecito que en Forocoches no dudarían en calificar como «demigrante«. Macarena se pasó nada menos que catorce semanas consecutivas en el número 1 del Billboard, hito a día de hoy sólo superado por Mariah Carey y por el inevitable Despacito de Luis Fonsi. La melodía pegadiza de los andaluces está en el top 10 histórico de la lista estadounidense y todavía un cuarto de siglo después les sigue proporcionando a sus autores periódicamente chorros de dólares en forma de derechos de autor. No ha habido ningún artista español que llegara tan lejos de una forma tan explosiva. Salvo, bueno, Las Ketchup. Pero por suerte para vosotros aquello sucedió en la siguiente década. Seguir leyendo

Setenta temas que probablemente bailaste en los noventa (séptima parte)

Esta es una recopilación siempre en marcha de una de las obsesiones enfermizas del autor de este blog: la música dance de los noventa. Para leer las entregas anteriores pincha en los correspondientes enlaces:

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61.- U96 – Love sees no colour (1993)

U 96 son un grupo alemán de música electrónica fundado en Hamburgo en 1991. Su primer y mayor éxito, Das Boot, fue una versión del tema de los créditos de la película de 1981 del mismo nombre. El submarino de esa película es del tipo U96, y de ahí el curioso nombre del proyecto. A lo largo de su carrera han tocado todos los palos de lo electrónico; algunos de sus temas recuerdan a los primeros de Kraftwerk y otros a lo peor de los Aqua. Este está más cerca de lo segundo, pero la influencia de lo experimental es bien visible. O audible. Love Sees No Color, como decíamos, es el conato más eurodancero de los hamburgueses y llegó al top 10 de media docena de países, además de ser distribuido en muchos recopilatorios de fin de año. U96 siguen en activo; en junio de este mismo año han lanzado al mercado su último disco: Reboot.

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Sesenta temas que probablemente bailaste en los 90 (sexta parte)

 Esta es una recopilación siempre en marcha de una de las obsesiones enfermizas del autor de este blog: la música de baile de los noventa. Para leer las entregas anteriores y posteriores pincha en los correspondientes enlaces:

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51.- Army of Lovers – Crucified (1991)

Alexander Bard, Jean-Pierre Barda y Camilla Henemark comenzaron sus andanzas musicales en Estocolmo con el nombre de Barbie. En 1987 el proyecto mutó y se convirtió en Army of Lovers, tomando su nombre de un documental alemán de 1979 llamado en inglés «Army of lovers or Revolt of the perverts» (Ejército de amantes, o la revuelta de los pervertidos), pieza que narraba la lucha por los derechos civiles de la comunidad LGTB desde los disturbios de Stonewall en adelante. Con una estética deliberadamente extravagante y drag, obra de una conocida modista sueca, el segundo disco de Army of lovers se hizo un hueco en las listas europeas gracias fundamentalmente a Crucified, canción que jugaba con la temática religiosa para transmitir un mensaje queer (no hace falta más que ver el vídeo). Un par de años después tuvieron otro éxito considerable  en pistas de baile y emisoras de radio con Israelism, un caso único de adaptación de un himno religioso a los cánones del Eurodance que, pese a las críticas de las autoridades religiosas hebreas por la más que evidente temática profana, alcanzó el número 2 en Israel. En sus años de apogeo llegaron a vender siete millones de copias de sus discos. Peleas entre los integrantes del grupo y el tiempo, que nada perdona, acabaron con la desaparición del grupo en 1996. Se han reunido un par de veces desde entonces y una versión de Crucified fue escogida como tema oficial del Orgullo de Copenhague en 2013.

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Cincuenta temas que probablemente bailaste en los noventa (quinta parte)

 Esta es una recopilación siempre en marcha de una de las obsesiones enfermizas del autor de este blog: la música dance de los noventa. Para leer las entregas anteriores y posteriores y sus introducciones pertinentes pincha en los correspondientes enlaces:

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41.- Double Vision – Knockin’ (1995)

En 1993 Carol McCloskey, valenciana nacida en Londres, y DJ Pedro Cervero fundaron Double Vision en el contexto de la escena dance valenciana, la Ruta Destroy, que por entonces estaba ya en plena decadencia. El techno simpático y que huía de la oscuridad típica en el sector tuvo bastante éxito en la Ruta, pero se hizo extremadamente popular durante unas cuantas semanas en Centroeuropa. Knockin’ fue top 5 en Alemania, Holanda y Bélgica, y número 1 en Austria durante siete semanas consecutivas. Como solía pasar en el mundillo Eurodance, la popularidad se fue tan rápido como vino. Un único éxito que entró por los pelos en las listas europeas (All Right) y luego nunca más se supo. Seguir leyendo

Cuarenta temas que probablemente bailaste en los noventa (tercera parte)

Para leer las entradas anteriores, que efectivamente no se titulan igual que esta, pincha aquí: Primera Parte | Segunda parte. Para leer las posteriores: Cuarta parte | Quinta parte | Sexta parte | Séptima parte | Octava parte |  Novena parte  | Décima parte

corre lola corre gif

¡Corre a leer las entregas anteriores!

Decía Jorge Manrique en una de las primeras coplas a la muerte de su señor padre que Cualquiera tiempo pasado / fue mejor». Manrique vivió en el siglo XVI y por lo tanto nunca conoció la base científica de esa sensación que tenemos todos de que los sucesos que acaecieron en nuestra adolescencia y primera juventud fueron más relevantes, importantes o simplemente «mejores» que los que marcan la actualidad. La adolescencia es la última época en la que nuestra personalidad se está formando y todo lo que en ella nos pasa deja una huella para el resto de nuestras vidas. También la música que escuchamos. Dense una vuelta por cualquier vídeo de Youtube de música noventera y verán a centenares de treintañeros asegurando que Christina Aguilera y la primera Britney Spears sí que molaban y no la mierda que se hace ahora. Tengo una buena y una mala noticia. La mala es que la música de los noventa es mayoritariamente una basura. Específicamente la música dance de los noventa. La buena es que es normal que a los que tenemos treinta y tantos o cuarenta y pocos nos guste. Y total, a los adolescentes de hoy les pondrán tiernotes dentro de veinte años mierdas infames como Katy Perry o Justin Bieber así que tampoco pasa nada. Vayamos, pues con otros veinte temazos, mezclotes y pelotazos de la década de los noventa.

21..- Red Nex – Cotton Eye Joe (1994)

Cotton Eyed Joe (Pepe el cegato, en traducción libertina) es una canción popular del del Sur Profundo de EE.UU. Se ignora su origen y su autor, pero se sabe que fue compuesta antes de la guerra civil norteamericana. Se conocen más de doscientas versiones diferentes, incluidas un par que estuvieron nominadas a los Premios Grammy, pero la de Red Nex es, de muy lejos, la más conocida fuera de EE.UU.. Los Red Nex son una banda sueca, cuyo primer disco Sex & Violins metió cuatro temas en el número uno de varios países. Cotton Eye Joe, una amalgama maravillosa de folk y Eurodance, de banjo y caja de ritmos, reventó las listas de media Europa, y se encaramó a lo más alto en once países, entre ellos el Reino Unido, Austria, Bélgica y los Países Bajos. Red Nex sigue en activo, aunque ni de lejos se acercan a la popularidad inmensa que les granjeó aquella versión espídica de la canción sureña.

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