Aeropuertos en time lapse

Es viernes, y el que puede procede  a evadirse de la rutina. Para los que tenemos cierta inquietud en el culo y cierto amor por las latas de conserva con alas la mejor manera de empezar un fin de semana es a bordo de un avión. Como este fin de semana no se da el caso, utilizo Youtube como metadona. Hoy veremos aeropuertos del mundo en time lapse. Resulta fascinante ver la actividad frenética de cualquier aeropuerto internacional, el enorme volumen de tráfico que puede llegar a pasar por un aeródromo medianamente grande. Así que ahí van. Que los disfrutéis y, como de costumbre, ¡feliz fin de semana!
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Diez personas que vivieron en un aeropuerto (segunda parte)

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5.22px-Flag_of_Russia.svgZahra Kamalfar – 10 meses – Aeropuerto de Moscú Sheremetyevo (Rusia)

Tras ser encarcelada por manifestarse contra el régimen iraní, Zahra Kamalfar se escapó del país a principios de 2006 aprovechando un permiso, junto con sus dos hijos. Con documentos falsos conseguidos por su familia voló a Moscú y de allí a Fráncfort, con la idea de trasladarse a Canadá, donde tenían familia. Sin embargo, las autoridades alemanas detectaron sus falsos pasaportes y la familia fue devuelta a Rusia. Tras encerrarlos unas semanas en un hotel moscovita las autoridades rusas trasladaron a los tres al aeropuerto y trataron de devolverla a Irán pero una campaña de apoyo popular y la intervención del Alto Comisionado de la ONU para los refugiados permitieron finalmente cancelar la repatriación, con Kamalfar y sus hijos ya en el aeropuerto. Durante diez meses esperaron en la zona de tránsito de Sheremetyevo, hasta que en marzo de 2007 finalmente las autoridades canadienses le concedieron el asilo político y pudo volar a Vancouver.

Fuentes: 1, 2, 3, 4

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Zahra Kamalfar y sus dos hijos, en el aeropuerto de Moscú-Sheremetyevo (fuente)

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Yugoslavia por un día

El hotel Claridge’s de Londres es uno de tantos establecimientos con solera, historia y unos precios que tiran de espaldas de los que pueblan la capital británica. Está situado muy cerca de Westminster, el Big Ben y todos esos lugares donde los guiris corremos a hacernos fotos nada más llegar a la ciudad. Fue fundado en la primera mitad del siglo XIX, así que ya gasta siglo y medio de solera y lujo, que se reflejan en las seiscientas libras (setecientos euros o casi mil dólares) que cuesta una noche en la más pequeña de sus suites. Hoy aparece en este rincón fronterizo de la web por una razón muy especial. Entre sus muros no sólo se han alojado reyes, estrellas de la música y celebrities diversas, sino que sus paredes alojaron el que fue a la vez el enclave más pequeño del mundo, y también el más efímero. El 17 de julio de 1945, la suite 212 del hotel fue, durante 24 horas, y de forma oficial, territorio yugoslavo.

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Fachada del Hotel Claridge’s, en el centro de Londres

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Libros: Historias de Londres

Historias de Londres. Enric González. RBA, Barcelona, 1999.

Todo tiene una causa última. Y yo conocí la ciudad más espléndida del mundo gracias a Sadam Hussein. Pese este libro sobre su conciencia.

En agosto de 1990, el Irak de Sadam invadió Kuwait un día después de que toda la redacción de El País se marchara de vacaciones. Eso provocó que Enric González acabara en Arabia Saudí de corresponsal de una guerra que se libraba a varios miles de kilómetros de allí, y que, al volver, deseara dejarlo todo e irse a Londres a vivir del aire. Enterado el director del periódico de tan singular plan, le ofreció la corresponsalía en la capital británica, lo que le proporcionaría una manera mejor de subsistir que la mera ingesta de oxígeno y demás gases.

Enric González es periodista, y eso se nota. Es un libro breve (González cuenta que es un redactor bastante vago) pero de una intensidad que no decae en ningún momento. El autor mezcla su experiencia personal con la Historia de la ciudad para ir desgranando una serie de historias que realmente captan, o capturan, las esencias de le metrópoli británica. Desde las historias de los clubes de fútbol y sus presuntas filiaciones políticas y religiosas, hasta la peculiar manera de ser de los ingleses. «Los ingleses no es que sean sucios, es que son raros. E isotérmicos. El inglés se abrocha la gabardina en invierno y se la desabrocha en verano. Eso es todo».

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