Brunéi, el reino partido en dos

Julio de 1996. Hassanal Bolkiah cumple cincuenta años y decide darse un homenaje. En el aeropuerto de Bandar Seri Begawán aterriza un jet privado. De él se baja nada menos que Michael Jackson. Esa noche dará un concierto para el sultán, sus amigos, su familia y miles de ciudadanos escogidos cuidadosamente. El concierto es gratuíto, un regalo de cumpleaños del soberano para sus súbditos, pero el rey del pop no actúa precisamente por amor al arte. Su tarifa asciende a diecisiete millones de dólares. ¿Es mucho dinero? Habría que sumarle lo que cuesta construir un recinto con capacidad para miles de personas: el lugar donde se celebró el evento fue levantado específicamente para la ocasión. Es sólo una de las muchas excentricidades del Sultán de Brunéi, uno de los últimos monarcas absolutos del mundo, que dirige uno de los países más raros de la Tierra, y goza de una de las fortunas más grandes de la humanidad.

El nombre completo del país es Negara Brunei Darussalam, y el de su capital Bandar Seri Begawan. La pesadilla de las clases de geografía del instituto (PN)

Seguir leyendo

La guerra que el Reino Unido ganó en tres cuartos de hora

Dice el refrán que no hay mal que cien años dure, pero en el caso de la guerra anglo-zanzibareña, la cosa acabó casi antes de haber empezado. Duró menos que un capítulo de The Crown. Las fuentes difieren, pero la duración estimada del conflicto oscila entre los treinta y ocho y los cuarenta y tres minutos, segundo arriba o abajo. Si pestañeas, te lo pierdes. Era el 27 de agosto de 1896, la guerra empezó a la hora de desayunar, y para cuando estaban en el segundo plato de baked beans, la contienda había concluido. Hoy en Fronteras, la guerra más corta de la historia.

Antes…
… y después.

Seguir leyendo

Ni’ihau, la isla prohibida de Hawái

Para los habitantes de la isla de Kauai, la silueta de Niihau recortándose contra el horizonte es una vista a la que están acostumbrados. La isla está a sólo veinticinco kilómetros de sus playas, al fin y al cabo. Sin embargo, la inmensa mayoría de ellos jamás pondrá un pie allí. Ni ellos, ni nadie, porque Niihau está fuera de límites para todos los que no hayan sido invitados personalmente por sus propietarios. Porque sí, Niihao es una isla que tiene dueños, una en donde no hay carreteras, coches, red eléctrica, agua corriente, hospitales o policía, un reino privado en el que se vive y se trabaja como si Hawái nunca hubiera sido absorbido por los Estados Unidos, donde el tabaco y el alcohol están vetados y las casas son gratis. Hoy en Fronteras, Niihau, la isla prohibida

Ni’ihau desde el aire, con la isla de Luau en primer plano (James L. Amos | Getty)

Seguir leyendo

Ferganá, el valle de los enclaves

La caída de la URSS y la consiguiente descolonización de todos los territorios que habían permanecido bajo el dominio de Moscú durante siete décadas no se hizo de manera precisamente pacífica. Decenas de conflictos y guerras aparecieron por doquier, en buena parte alimentados por el trazado arbitrario de muchas fronteras durante los años de ocupación soviética, pensado no para facilitar la convivencia o la administración, sino para hacer más sencillo el dominio del territorio y la población por parte de las autoridades. Uno de los lugares donde más fácil de percibir esto es en el Valle de Ferganá, donde se encuentran, se retuercen y se entrelazan las fronteras de tres antiguas repúblicas soviéticas: Uzbekistán, Tayikistán y Kirguistán.

Mapa de las fronteras en la zona del valle de Ferganá; el término técnico anglosajón en ciencia geográfica para esto es «What the actual flying fuck» (Wikiimedia Commons)

Seguir leyendo