Hace algo más de tres años me saqué el abono del Bicing, el sistema de alquiler de bicicletas que el Ayuntamiento de Barcelona pone a disposición de los ciudadanos para el solaz y disfrute de, mayormente, la numerosa colonia de estudiantes de Erasmus y diseñadores gráficos de la ciudad. Pese a la habitual ausencia de frenos en los ciclos municipales, desde entonces la práctica totalidad de los trayectos internos dentro de Barcelona capital los hago sobre dos ruedas, y mi estadía diaria en los cada vez más numerosos carriles bici que recorren la ciudad me ha permitido adqurir una experiencia de campo inigualable a la hora de apreciar los ejemplares que allí habitan. Es un conocimiento que debe ser compartido, y por eso, hoy, en Fronteras, tenemos la Guía de la Fauna del Carril Bici.
Barcelona
N-340, la carretera más larga de España (y III)
(Si no has leído las anteriores entregas aquí las tienes: Parte 1 (Puerto Real-Huércal Overa) y parte 2 (Puerto Lumbreras-Vinaroz)
Nos estamos acercando al final de este viaje que empezamos hace más de mil kilómetros. Puerto Real, nuestro kilómetro cero, parece estar tan lejano que ya se ha difuminado en nuestra memoria. Atrás hemos dejado ocho provincias, más de cien pueblos, docenas de puentes y túneles, y un enorme pedazo de la historia reciente de España. Pero todavía queda camino. No sabemos si eso es bueno o malo. Comparar la Nacional 340 (léase tres-cuarenta) con la Ruta 66 norteamericana es una tentación enorme, pero lo cierto es que la 66 es una carretera que se disfruta, mientras que la 340, a estas alturas, mayormente se sufre. Docenas de vehículos la atraviesan cada minuto, hasta veinte mil al día en algunas épocas del año. Un porcentaje elevadísimo de ellos, camiones. Pero no vamos a renunciar a nuestro viaje. Queremos concluir el viaje más largo, llegar al final del camino, hollar completa la tres cuarenta, la carretera más larga.
Matt Harding bailando una sardana
Where the hell is Matt? In Barcelona!
Matt Harding está rodando un nuevo vídeo de los suyos, de esos en los que se patea el mundo entero dando una envidia absolutamente brutal. En esta ocasión además de bailar al más puro estilo Matt en cada país ensaya una coreografía distinta (lo de coreografía, sinceramente, es un decir). Hoy ha pasado por Barcelona, mi ciudad, y, obviamente he agarrado la cámara de fotos y a la familia (para que hiciera las fotos) y he acudido al magno evento. La cita era en la fuente mágica de Montjuic, al sur de la ciudad. Así a ojo calculo centenar y medio de asistentes (a ras de suelo parecían muchos más, la verdad), y, claro, mucha diversión. Seguir leyendo
Pongamos que hablo… de Barcelona
En un año como este, en el que el Fútbol Club Barcelona ha ganado todos los títulos sobre la faz de la Tierra (mal que nos pese a los merengones empedernidos) la Ciudad Condal está, sencillamente, de moda. Por si fuera poco una película que lleva el nombre de la ciudad ha ganado un Óscar. La capital catalana es más conocida que nunca fuera de las fronteras españolas. Y quizá más de lo que imaginamos; como en otras ocasiones hicimos con Madrid y Valencia hoy recorreremos las Barcelonas del mundo.
Pero volvamos al Fútbol Club Barcelona. Observen atentamente los escudos a la derecha de estas líneas. ¿Encuentran alguna similitud, quizá? ¿Un ligero parecido? Los lectores de Café Fútbol, el blog no oficial de la Copa Intertoto y el único lugar en el que podrán conocer cuántos espectadores acudieron al estadio del Skonto de Riga en sus últimos partidos (un blog maravilloso, en suma), los lectores de Café Fútbol, decía, ya sabrán, como gente leída y viajada que son, que el escudo de la derecha es el del Barcelona Sporting Club, de Guayaquil, Ecuador. El parecido es de todo menos casual, pero contrariamente a lo que se cree, el Barcelona de Guayaquil no le debe su nombre al club de fútbol, sino a la propia ciudad. El fundador del más exitoso de los clubes ecuatorianos (o uno de ellos) fue el barcelonés Eutimio Pérez, que homenajeó así a su ciudad natal. El primer escudo del equipo se inspiró en el de la ciudad, y sólo unos cuantos años más tarde se adoptaría el plagio al del Barça. Las estrellas que rodean el escudo del club ecuatoriamo representan las ligas (trece) que han logrado ganar, la última en 1997.