Abróchense los cinturones: Aterriza como sepas

Dicen los pilotos que si tras el aterrizaje puedes salir del avión andando, ha sido un buen aterrizaje. Ya si encima el avión se puede volver a utilizar es un aterrizaje perfecto. El chascarrillo viene a ilustrar una realidad sobre los aviones, que, básicamente son enormes latas cilíndricas de cientos de toneladas de peso con un trillón de piezas móviles que se desplazan a la velocidad del sonido a diez kilómetros del suelo, y en las que bastan un puñado de fallos más o menos críticos para provocar un hermoso espectáculo de fuegos artificiales. Recuerda esta definición la próxima vez que te subas a un Boeing de Ryanair, te hará pasar un viaje más entretenido. El caso es que volar es más o menos seguro (desde luego es más seguro que escalar el Everest o hacer la declaración de la renta), pero hay veces en las que parece que hay que darle un poco de picante al asunto de aterrizar la cañería con alas y desde tierra se ponen las cosas un poco más interesantes. Para que haya tensión. No todo en esta vida es tranquilidad. Hoy veremos unos cuantos aeropuertos simpáticos donde, si tienes miedo a volar, no querrás tener que facturar nunca una maleta. Y si no lo tienes, casi que tampoco.

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22px-Flag_of_Honduras.svg  10.- Aeropuerto Internacional de Toncontín, Tegucigalpa (Honduras)

Situado a mil metros de altitud y con una pista de sólo dos kilómetros de largo, el aeropuerto de Toncontín se encuentra enclavado entre montañas, en un llano anejo a la capital hondureña. Su situación obliga a los aviones que aterrizan allí a efectuar un giro de última hora bastante espectacular, y a un descenso vertiginoso rozando los tallos de las plantas que crecen en las colinas de los alrededores del aeropuerto. La escasa longitud de la pista obliga a tocar tierra bien al principio de ésta, para que no suceda lo que le pasó al A320 de Taca que en 2008 tomó tierra tarde y acabó saliéndose del aeropuerto y arrollando coches en una avenida cercana.

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La frontera más alta de la Tierra

Que el Everest «está en Nepal» es una creencia tan común como errónea. El Monte Everest, el más alto del planeta, se encuentra dividido por la frontera entre China y Nepal exactamente por su cima. El Himalaya es la frontera natural entre Nepal y China, y desde 1961 también la administrativa. Desde el Everest la frontera discurre por la ladera hasta el Collado Sur, el último campo base antes de la cima del pico más alto del mundo, y también pasa por la cima del Lhotse, cuarta montaña más alta del planeta, situada junto al propio Everest. Desde allí va de cima en cima hasta las dos triples fronteras con la India. Pero, ¿desde cuándo se sabe que el Everest es el pico más alto del mundo? ¿Y desde cuándo es la frontera más alta del planeta?

El Monte Everest (fuente), conocido localmente como सगरमाथा o Sagarmāthā en nepalí y ཇོ་མོ་གླང་མ, o Chomolungma en tibetano. Saber esto antes de la existencia de la Wikipedia era harto complicado. Y por eso el Everest se llama así: el tipo que le puso el nombre no pudo preguntarle a los tibetanos o nepalís; aquellos reinos estaban vetados a los extranjeros y, a diferencia de casi todos los demás ochomiles de la zona, no se le conoce con su nombre local.

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Los quince territorios más despoblados de la Tierra

En algún momento de los últimos meses la Tierra alcanzó los siete mil millones de habitantes, una cifra que multiplica más o menos por cuatro la que había cuando se hundió el Titanic, y por dos la cifra de de 1970. El planeta se llena y va a seguir haciéndolo en las próximas décadas, pero la distribución de la población no es ni remotamente equitativa por la superficie terrestre. Hay zonas donde es imposible dar un paso sin pisar a alguien (pongamos las piscinas públicas de Tokio o el Metro de Barcelona) y territorios donde podrías caminar semanas sin ver una sola persona. Territorios vacíos, o casi, zonas vírgenes, desoladas, completamente ajenas al trajín humano. El paraíso para cualquier misántropo. Hoy, en Fronteras, los territorios más despoblados del planeta Tierra.

No, si mal no se vive, lo malo es cuando me quedo sin tabaco o tengo que ir a pedirle sal al vecino

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