Allí donde se cruzan las líneas imaginarias

Una de las mejores cualidades de Internet, en su más amplia definición, es que es difícil sentirse solo. No importa cuán específica sea tu afición y cuán minoritaria puedan parecer las obsesiones de uno, siempre hay otra gente, un buen puñado de ella, con similares intereses. Este blog es un ejemplo de ello. Seis años y medio escribiendo de límites territoriales y sitios raros en mitad de la nada y cada día lo lee más gente (vamos a razón de casi cuatro mil visitas diarias, lo que supone que cada mes lee este blog casi la misma gente que en todo el primer año de vida de Fronteras ¡Viva y bravo!). Autobombo aparte, una de las consecuencias directas del enunciado anterior es que no importa cuán geek o friki seas, siempre habrá alguien mucho más geek que tú. Y las fronteras no son una excepción. Cuando empecé a escribir este vuestro blog fronterizo descubrí gente que viajaba cientos de kilómetros para recorrer un tramo de límite internacional en mitad de un bosque, o apasionados de los límites municipales. Yo mismo he hecho alguna cosa así, en realidad. Pero todos nosotros, gente como Ishosholoza, que convenció al guía de su autobús para cruzar ilegalmente la frontera del Congo, gente como Sherlock, que se juega una estancia en una cárcel rusa sólo para llamarme desde una triple frontera, o yo mismo, que estuve a punto de morir congelado mientras trataba de hallar el camino al punto más alto de los Países Bajos habiendo aparcado el coche en Alemania, todos nosotros, digo, quedamos como auténticos principiantes, pequeños aprendices, lamentables aspirantes al lado de la gente que hace el Degree Confluence Project.

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¿Qué señaliza exactamente esa bandera? Luego os cuento

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Mi patria chica es un continente. Las entidades subnacionales más grandes de la Tierra

Todos sabemos que el país más grande del mundo es la Unión Soviética, o lo sabíamos hasta que Gorbachov trajo esa cosa rara de la Perestroika y la cosa se le fue de las manos. El heredero principal de aquel imperio, la Federación Rusa, es el Estado independiente más grande del mundo, con una superficie que casi dobla a los dos siguientes (Canadá y Estados Unidos, o China, según se cuenten o no algunas reclamaciones territoriales chinas). Pero salvo el caso Vaticano, todos los estados independientes tienen su organización territorial, grande o pequeña (en el caso de Nauru o San Marino más bien lo segundo), y en algunos casos las provincias o territorios que suponen el primer nivel de la división administrativa de un país son mucho más grandes que la mayoría de los países del mundo. Y de eso va la entrada de hoy.

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