Las puertas del infierno (I): Centralia, el pueblo al que le arden las entrañas

A principios de los años 80 Centralia era un apacible pueblecito sito en el Condado de Columbia, en Pensilvania, con más de 1.000 habitantes y sus cuidados céspedes y sus coches familiares de seis metros de largo aparcados junto al jardín. Situado a apenas dos horas en coche de Filadelfia o a tres de Nueva York, era el clásico pueblo de clase media del noreste de Estados Unidos, la clase de sitios a los que ponen apodos como «la capital mundial de la tarta de manzana» y cosas así. Un pueblo como hay miles en Nueva Inglaterra, Nueva York o la propia Pensilvania. Antes de que se alcanzara la mitad de la década de los 80 el pueblo quedaría prácticamente vacío. Un incendio tuvo la culpa. Pero era un incendio invisible, porque se encontraba bajo las casas unifamiliares, bajo las pulcras calles, bajo los cuidados céspedes y los niños intercambiando cromos de béisbol. En sólo cuatro años el pueblo quedó casi desierto. Esta es su historia.

Uno de los carteles que avisan del peligro en el pueblo, instalados por las autoridades estatales: «Peligro. Fuego bajo tierra. Caminar o conducir por esta área puede provocar graves heridas o la mierte. Presencia de gases peligrosos. El suelo puede hundirse repentinamente»

Seguir leyendo

Pyramiden, la ciudad fantasma del Ártico

El archipiélago de Svalbard es la tierra habitada más septentrional de Europa. Se encuentra al norte (muy al norte) de Noruega, país al que pertenece políticamente, entre los 74 y 81 grados de latitud, muy por encima del Círculo Polar Ártico. Con un clima muy frío pero sin llegar a los niveles homicidas típicos en semejantes latitudes (la media en enero es de entre 13 y 20 bajo cero, lo que hay en el congelador de cualquier casa, vamos) está habitada desde hace miles de años. En la actualidad 2.500 personas se reparten los 65.000 kilómetros cuadrados de extensión de las islas; cuatro quintas partes de ellas viven en la capital de la región, Longyearbyen, que no es precisamente Londres. Sólo existen, de hecho, otros dos lugares habitados en todo el archipiélago. Mayoritariamente son un lugar desolado, congelado y un tanto aburrido. Al norte de la principal isla del Archipiélago, Sptisbergen, y a menos de mil kilómetros del Polo Norte, se encuentra el pueblo fantasma de Pyramiden, un pueblo soviético (sí, soviético) cuya génesis se hunde en las raíces de la Historia de Svalbard.


Entrada al pueblo de Pyramiden – Clic para ampliar (© Bharfot) Seguir leyendo

Las fronteras de Chipre (y III)

Abrí el correo electrónico y me quedé de piedra. Devolviéndome la mirada había una fotografía mía de cuando tenia dos años, una foto que no había visto en 32 años. Aparentemente, y bajo la protección de la noche, alguien había podido entrar en la casa en la que crecí, en la ciudad cercada de Varosha. […] El extraño fue capaz de localizarme a través de un sitio de Internet mantenido por personas enamoradas de su ciudad y que todavía sueñan con el día en que poder regresar a ella. Estaba ansioso por encontrar «al niño de los ojos penetrantes», decía su mensaje. Por un momento, los teléfonos sonando y los clientes haciendo cola tuvieron que esperar. Era mi pasado el que llamaba, y tenía que responder la llamada.

Andreas Chamamboulos, The Washington Post, 19 de noviembre de 2006.

Varosha, 1974 (Click para ampliar)
Varosha, 1974

Seguir leyendo