No hace falta explicar que la crisis del Covid-19 es un hecho histórico que probablemente marcará de forma profunda la práctica totalidad de nuestras vidas los próximos años, o décadas. Desde la política internacional hasta la economía pasando por las relaciones interpersonales todo cuanto conocemos va a cambiar, no necesariamente para bien. Pero si hay algún sector donde el Coronavirus ha provocado una hecatombe sin precedentes ese es el de la aviación de pasajeros. La mayor parte de las aerolíneas ha reducido su número de vuelos entre un 70% y un 90%, mientras que otras han ido más allá y han suspendido la totalidad de sus operaciones. Entre ellas, por ejemplo, titanes de la talla de Ryanair o Emirates. En España el tráfico aéreo se ha reducido un 89% respecto a las mismas fechas del año pasado, y la situación a nivel mundial es tan atroz que a las aerolíneas les cuesta encontrar sitio para almacenar sus aviones esperando tiempos mejores. De este apocalipsis aéreo lo único que podemos rescatar, el clavo ardiendo al que agarrarnos, es la aparición, completamente inesperada, del vuelo más largo del mundo.

Cuando el gobierno de Estados Unidos prohibió todos los vuelos desde y hacia Europa el pasado 12 de marzo la mayoría de las aerolíneas a ambos lados del Atlántico se vieron obligadas a dejar en tierra todos o casi todos sus aviones de fuselaje ancho. En el caso de Air Tahití Nui, una aerolínea con base en la Polinesia Francesa, la prohibición les impidió hacer la tradicional escala en Los Ángeles en sus vuelos entre Papeete y París, así que por primera vez el pasado 15 de marzo hubo un vuelo directo entre las dos ciudades. Un total de 15.715 kilómetros, casi 400 más largo que el vuelo entre Singapur y Newark, tradicionalmente el más largo conocido desde hace unos cuantos años, recorridos a bordo de un Boeing 787 de nueva generación. Como dato añadido, no sólo es el vuelo más largo del mundo sino también el vuelo doméstico más largo del mundo (y de todos los tiempos), sobrepasando en más de seis mil kilómetros el vuelo entre Charles de Gaulle y la isla de Reunión, hasta hoy el recorrido nacional más extenso del planeta.
Lamentablemente la experiencia no se ha repetido, puesto que Air Tahití Nui es una de las compañías que ha cesado actividades, al menos hasta el 30 de abril. El vuelo de ida, de hecho, se realizó con escala en Ciudad de México. Quizás para cuando volvamos a la normalidad, o lo que llamemos normalidad después de esta época aterradora, la aerolínea se plantee recuperar el vuelo doméstico más largo jamás volado.
Via: CNN, Microsiervos
Hace un par de días: ¿Qué países están libres del Coronavirus? Pocos. Y cada vez menos
Muy interesante, sabes cuánto duró el vuelo?
si, cuanto duro el vuelo?
https://www.microsiervos.com/archivo/aerotrastorno/coronavirus-vuelo-comercial-mas-largo-mundo.html la respuesta aqui
Gracias!
Me llama la atención lo que dice ese artículo de que el vuelo duró más de dos horas menos que el Singapur-Newark (15:15 vs 17:30). A qué puede deberse una diferencia tan grande cuando encima el vuelo PPT-CDG son 400 kms más?
No creo que se deba a la curvatura de la tierra ni el jet stream ni nada de eso, ya que ambos vuelos siguen trayectorias similares (incluso el PPT-CDG cruza el ecuador, lo que yo pensaba que haría que el vuelo tardase más), será por que el avión utilizado por Air Tahiti (un Boeing 787) es más rápido que el que usa Singapore Airlines (Airbus 350)?
Creo que por alli van los tiros pero no porque el avion sea mas lento sino pq tiene un viento en contra , si tienes un viento en contra de 50 Kms por hora y el avion va a un promedio de 900 km/h la velocidad real seria 850 km/h , ahora pongamos un hipotetico vuelo de 8500 kms se tardaria 10 horas y al reves irias a 950 km/h lo que daria un viaje de menos de 8,95 horas , esto es algo simplista , espero no estar equivocado de estarlo que alguien haga la salvedad.
Saludos desde Argentina, Diego espero que estés bien y te mando mucha fueza y animo.
Esta vez tuvieron suerte, la próxima que no la repitan, y sigan escando en México.