Fronteras

Todo en Australia es superlativo. Los bichos son más venenosos, las moscas son más numerosas y las carreteras son más, mucho más largas que en la mayor parte de los países del mundo. Pero aunque es posible encontrar carreteras igual de largas en otros lugares, lo verdaderamente difícil es encontrarlas tan vacías y aburridas. Cruzar el Outback en cualquier dirección supone un par de días de viaje como poco, atravesando una ingente, enorme, descomunal cantidad de nada en absoluto. Para evitar que los conductores se queden dormidos y se salgan de la carretera, hace unos años el Departamento de Transporte de Queensland tuvo la idea de instalar carteles con preguntas y respuestas estilo Trivial Pursuit en una de las carreteras del Estado

Entre cada pregunta y su correspondiente respuesta median un par de kilómetros para que el esforzado conductor, devenido en concursante de quiz show, pueda pensarse la solución. Las cuestiones planteadas son muy locales, pero quién sabe, quizá de aquí a unos años se extienda la idea y tengamos preguntas triviales por todo el mundo. En Australia tienen la recta más grande del planeta, 140 kilómetros trazados con tiralíneas sobre la llanura de Nullarbor. Les da para una larguísima sesión de Trivial Pursuit. O para poner problemas de matemáticas.

La señalización bizarra es una institución en las carreteras australianas, de todas maneras. En un país donde es más probable, por órdenes de magnitud de diferencia, chocarse contra un canguro que contra otro coche, señales de tráfico que en cualquier otro lugar serían probablemente ilegales brotan como setas en mitad del Outback. Dejo aquí una selección para deleite del lector.

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Sobre mundos perdidos, pirámides en Australia y monstruos resucitados. ¡Bichos!
Nimbin, el último pueblo hippy, donde en los bares lo que se prohíbe es no fumar
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Poniéndole puertas al campo (y su segunda parte), verjas absurdamente largas e inútiles
La columna del desierto y Una gran duna roja, cosas que se encuentran por el Outback