La Raya

Cuando iba al instituto, allá por el paleolítico inferior, tuve un profesor de Geografía que, a principio de curso, y para ver cómo iban de nivel Maribel los alumnos, y de paso para despertar curiosidad, planteaba la clásica pregunta de con cuántos países limita España. «Dos, Francia y Portugal», respondíamos todos, excepto algún avispado que había visto la propaganda de Andorra por televisión, y sonreía beatíficamente mientras miraba al resto de la clase por encima del hombro tras ofrecer su errónea respuesta. El profe hacía notar el olvido de Gibraltar, Ceuta y Melilla, y el avispado, pese a que había demostrado más intuición que nadie, quedaba fatal.Mapa de la Pen�nsula Ibérica

Cinco son las naciones con las que limita España, pues. En total suman 2.302 km de fronteras, con el Reino Unido, Marruecos, Portugal, Francia y Andorra. La Historia del trazado de estas fronteras, con sus curiosidades y rarezas, la iremos tratando en Fronteras, blog donde nos gusta usar el nos mayestático.

Empecemos por la frontera hispano-portugesa (La Raya), la más larga de la península, y una de las más antiguas de Europa. En total son 1.290 kilómetros, desde la desembocadura del Río Miño hasta la desembocadura del Guadiana. El primer registro que existe sobre la delimitación del área de soberanía de ambas naciones (entendiendo que los Reinos de Castilla y de León son parte de la actual España) es nada menos que de 1267, cuando Alfonso III de Portugal y Alfonso X el Sabio firmaron el Tratado de Badajoz, que estableció un tramo de frontera a lo largo del río Guadiana, tramo que aún se conserva en los mismos límites, con algunas excepciones que veremos más adelante. Dicho tramo comenzaba en Elvas, Portugal, y terminaba en Ayamonte, Huelva. El larguísimo proceso de reconquista terminó en Portugal mucho antes que en el resto de reinos peninsulares, y la frontera entre España y Portugal quedó definida casi tal y como la conocemos hoy en día en el Tratado de Alcañices, firmado por Fernando IV el Emplazado y Dionisio I de Portugal en 1297.

Pero, lógicamente, la Historia no acaba ahí. Las fronteras en el medievo no eran, obviamente, una raya delimitada tal y como la conocemos ahora, sino que existían amplias tierras de nadie entre unas poblaciones y otras. La frontera entre España y Portugal era, pese a la presencia del Río Guadiana, más cultural que geográfica, y a lo largo de los siglos se libraron multitud de batallas y escaramuzas en La Raya. La última guerra entre España y Portugal fue la Guerra de las Naranjas, en 1801, y terminó con la conquista de varias plazas portuguesas por parte de las tropas españolas. Todas estas conquistas fueron devueltas, excepto una: Olivenza.

Señal portuguesa cerca de OlivenzaOlivenza es uno de los pocos municipios españoles en disputa en la actualidad. Durante más de cinco siglos (desde la firma del tratado de Alcañices) había sido territorio portugués, pese a encontrarse al este del río Guadiana. Su situación geográfica, aislada del resto de Portugal por el Río Guadiana, la hacía muy apetecible para los reinos de este lado de la frontera, y así hubo numerosos intentos de conquista por parte del Reino de Castilla. Elevada a la categoría de Villa por Dionisio I, Olivenza se due fortificando para hacer frente a una posible invasión, y se construyeron murallas y torres, además de un puente de casi 400 metros de largo sobre el Guadiana (el puente de Ajuda) para poder sostener la defensa de la villa en caso de necesidad.

Olivenza cambió de manos en varias ocasiones a lo largo de los siglos. Tras la Unión Ibérica (1580-1640) y la posterior guerra de independencia portuguesa, Olivenza cayó en manos españolas, pero el Tratado de Lisboa de 1688, por el que España reconocía formalmente la independencia de Portugal, devolvió la villa a los lusos.Puente de Ajuda, en la frontera entre Olivenza y Portugal

La destrucción del Puente de Ajuda en 1709, en el contexto de la Guerra de Sucesión española, convirtió a Olivenza prácticamente en un exclave de Portugal dentro de España, y quedó en una posición muy vulnerable. Diversos estrategas militares invitados por la corona portuguesa a lo largo del siglo XVII para visitar Olivenza recomendaron su abandono, debido fundamentalmente a cuestiones logísticas. Así que, cuando en 1801, las tropas españolas cercaron la localidad, ésta se rindió sin resistencia de ningún tipo, pues no podían esperar ayuda de Portugal. El Tratado de Badajoz de 1801, confirmaba la devolución de Olivenza a la soberanía española, y es entonces cuando comienza la Cuestión de Olivenza.

Entre 1814 y 1815 se celebró el famoso Congreso de Viena, que estableció un nuevo orden europeo tras la derrota de la Francia napoleónica. Entre las resoluciones de este congreso figura una en la que se aprueba la postura portuguesa sobre Olivenza, según la cual el tratado de 1801 es nulo de pleno derecho. Se basan en lo establecido por el Tratado de París de 1814, que anulaba el de 1801 en lo referente a Francia y Portugal (entre otras cosas temas fronterizos entre la Guayana Francesa y Brasil), pero que no mencionaba a España. Pero el acta de 1815 no establece la obligatoriedad de la devolución, sino simplemente establece la intención de que se resuelva el problema devolviendo Olivenza a Portugal. Por lo que España, finalmente firmó el tratado en 1817, considerándolo, en lo referente a Olivenza, como una mera declaración de buenas intenciones carente de fuerza legal.

Mapa del Alentejo con Olivenza incorporada (de la Wiki en Portugués) Pincha para ampliarDesde entonces hasta ahora, Portugal se ha negado a reconocer la soberanía española sobre Olivenza. La Raya se estableció de manera oficial en los límites actuales en 1864 y 1926, pero no existe una frontera oficialmente reconocida por ambas partes en la zona de Olivenza. Existen varios movimientos irredentistas que reclaman la devolución de Olivenza a Portugal, pero desde 1840 el país luso no ha reclamado oficialmente la soberanía sobre Olivença, aunque tampoco ha renunciado a ella. La única institución que, aparentemente, reconoce a Olivenza como portuguesa es la Wikipedia en portugués, que sitúa a la localidad como un pueblo del Alentejo, y que señala que «existe una corriente de opinión que afirma que Olivenza es una localidad portuguesa administrada por España, y otra que es un municipio español en la provincia de Badajoz«.

La cuestión de Olivenza impidió la colaboración hispanolusa en la reconstrucción del viejo Puente de Ajuda, que en la actualidad separa España y Portugal, al considerar las autoridades lusas que podría suponer un reconocimiento de facto de la soberanía española sobre Olivenza. Como curiosidad, en una fecha tan cercana como 1995, el gobierno portugués envió un informe al español sobre los efectos que la construcción de un embalse provocaría en territorio español, pero en éste no se mencionaba a Olivenza. Una semana más tarde, lo envió completo especificando que el informe trataba sobre los efectos «en el territorio de España y Olivenza».

Para saber más:

En la Wiki: La Raya, Olivenza, Portugués Oliventino, el idioma más hablado en Olivenza hasta mediados del siglo pasado.

En la Wiki portuguesa: Questão de Olivença, Olivença.
Olivenza en la Diputación de Badajoz.
Breve Historia de Olivenza, una sucesión cronológica donde se explica la Cuestión en castellano, aunque avalando la postura portuguesa.
Orígenes históricos y ambigüedad de la frontera hispano-lusa
(PDF), en la Revista de Estudios Extremeños.
Grupo de Amigos de Olivenza, organización que reclama para Portugal el municipio pacense.

19 respuestas a “La Raya

  1. Dr.Turbio 15-enero-2008 / 11:03 am

    Para la mayoría de los portugueses que he conocido la cuestión de Olivenza es un mito viejo que no conocen muy bien, si lo conociesen se callarían. Porque en Olivenza se sienten muy contentos de no ser como los habitantes de los pueblos cercanos a los que llaman portugueses y no tienen ningún interés en dejar de ser españoles. Y estoy siendo diplomático porque los oliventinos no ahorran insultos para sus vecinos. Como prueba que el idioma portugués casi haya desaparecido (ahora ha vuelto un interés por recuperarlo) y el folklore totalmente (la canción oliventina más famosa, «De la uva sale el vino, de la aceituna el aceite…», está en castellano).

    Las asociaciones pro Olivenza portuguesa son una pequeña panda de ultraderechistas que tienen su sede en Lisboa y en Estremoz, no tienen ni un miserable apartado de correos en la propia Olivenza.

    • Bessa 10-febrero-2014 / 11:17 pm

      A questão não é se os colonos que Espanha enviou para Olivença querem ou não ser portugueses. A questão é, que independentemente dos espanhóis que lá vivem, há um litígio no qual Portugal tem uma reclamação e espanha tenta esquecer.

  2. d.rufino 20-marzo-2008 / 12:52 am

    Espanha vai daqui pouco perder Galiza, Catalunha, Pais Vasco, Ceuta, Mellila porque espanha nao existe !!! Este grande pais de merda que nao passa duma jugoslavia vai arrebentar todo. Estamos FARTOS nos os Portugueses de viver desde anos o total despreso dos castelhanos. Isso vai ter que mudar !! Cuidado com vocês !!

    • Santyago Dubert 10-May-2011 / 1:02 pm

      E ti, meu amigo, ti vais perder a vergonha! Eu acredito a unidade iberica e sei que sem uniao nao temos futuro nenhum. Vai pra Goa o pra Sao Joao de Ajudá, meu filho!

      • Luís Fernandes 31-octubre-2020 / 8:02 pm

        E eu acredito numa Espanha subdita da França como sempre foi desde 1715.

        Informe-se sobre a história desse país e as suas relações com a França e perceberá que Portugal mal ou bem está bem em ficar «num canto à beira mar».
        Cumprimentos.

  3. blaiddgwyn 7-julio-2008 / 3:55 pm

    Que gracioso el portugues cabreado. Efectivamente España se desintegra, pero por una natural tendencia al cantonalismo que no entiendo. Y no es que hayamos despreciado a los portugueses, erais los vecinos pobres que no querian estar con nosotros.

    • Bessa 10-febrero-2014 / 11:18 pm

      Eramos e somos. Pobres ou não (nem sempre a espanha foi mais rica), somos nós que não quermos estar com «vosotros»…

      • Alfonso 10-abril-2016 / 11:03 pm

        No es cuestión de»querer estar» ,es cuestión
        de no tener una visión pueblerina ,como se ha tenido desde Portugal durante muchos siglos.¿Que es ahora Portugal? el ultimo rincón de
        Europa donde se habla un dialecto del español que se llama portuguech.

        • Luís Fernandes 31-octubre-2020 / 7:59 pm

          Essa está boa!
          O espanhol é um português barato. Para que vós tenhais o mesmo nível que a nossa literatura terão de comer muitas papas.
          Dito isto Olivença de jure é portuguesa que gostais ou não assim foi assinado e ratificado.

  4. Gaiato alentejano 26-julio-2008 / 3:27 am

    Me parece que actitudes como las de ‘blaiddgwyn’ o ‘Dr. Turbio’ son muy poco positivas. El desprecio a lo portugués existió y existe (aunque afortunadamente cada vez menos) en España. De hecho el mensaje de ‘blaiddgwyn’ es una muestra de ello, mostrando su supuesta «superioridad» económica. En cuanto a lo que dice ‘Dr. Turbio’, tampoco son ciertas sus afirmaciones. Hay asociaciones oliventinas a favor de preservar la cultura portuguesa de la zona y tachar de «ultraderechistas» a las asociaciones portuguesas en favor de la recuperación de Olivenza me parece tan constructivo como llamar ‘rojo’ o ‘facha’ según convenga. Los mismos que con doble rasero no tienen empacho en luego reclamar Gibraltar.

    No seré yo quien diga nada sobre la cuestión. Legalmente la razón está al lado de Portugal. Sería muy largo de explicar en este post y tampoco lo pretendo. En cualquier caso, más que la pertenencia política a un país u otro, lo que me parece peor es el caso de la cultura oliventina, aculturada por una castellanización que ha prohibido toda manifestación de lo portugués y que ha acomplejado a su población, que reniega de sus orígenes para acomodarse a la nueva situación. El portugués, a pesar de ser la lengua materna de muchos oliventinos, se imparte como lengua «extranjera» en las escuelas del lugar y los propios portugueses pueden tener una vida casi totalmente en portugués pero no los oliventinos, por miedo a que los ridiculicen. Es una pena lo que hace la política.

    En cualquier caso, como dije, me parece más positivo intentar preservar las señas de identidad de un pueblo, independientemente de su adscripción política y territorial, sin coacciones y valorando los elementos culturales como algo enriquecedor.

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