Fronteras

Siempre digo que lo mejor de este blog son los lectores, y a veces los lectores vienen a darme la razón. Manuel Gómez me escribió contándome esta historia y ofreciéndose amablemente para ponerla negro sobre blanco, ofrecimiento que acepté encantado: ¿a quién no le gusta que le hagan el trabajo, eh? Así que aquí la tenéis para vuestro goce y merecido disfrute. 

El refugio Guide del Cervino se sitúa a 3480 m sobre el nivel del mar en la Testa Grigia, un contrafuerte de la Gobba di Rollin, a caballo entre Italia y Suiza. Literalmente. No es extraño en los Alpes encontrar picos y refugios prácticamente compartidos entre dos (o más) países. De hecho, en el macizo del Monte Rosa se pueden contar unos cuantos, entre ellos el famoso Refugio Regina Margherita, el edificio a más altitud de Europa, y el lugar más alto donde uno puede degustar la pizza del mismo nombre acompañada de una buena cerveza de barril. Lo que hace único al Refugio Guide del Cervino es que recientemente, cambio climático mediante (o no, según el gusto de cada uno), haya cambiado de país. Sin que la propia cabaña se haya movido.

Empecemos con la frontera entre Italia y Suiza. La demarcación tiene su origen en el período napoléonico a finales del siglo XVII. Con la restauración de la República Helvética en 1815, se establecen los límites de Suiza con los reinos circundantes. En la región del Monte Rosa, con el Reino de Cerdeña en particular. En 1861 se funda el primer estado italiano unificado, el Reino de Italia, y la frontera pasa a ser entre Italia y Suiza. Su trazado en esta zona está definido no con mojones, sino con palabras. La frontera sigue la línea divisoria de aguas entre el río Po y el Ródano, pasando por accidentes geográficos más o menos precisos: una cima, una arista, un paso, etc. A altitudes que superan holgadamente los 4000 metros, estos accidentes geográficos se encuentran frecuentemente cubiertos por un glaciar o casquetes de hielo. Esto no supone ningún problema, pues los glaciares no experimentan variaciones bruscas en el tiempo. No por aquel entonces. En la década de 1940, la toma de datos topográficos permite definir de forma precisa por dónde pasa la frontera. Los mapas se actualizan, pero sólo pequeños cambios se manifiestan en la frontera.

La definición de la frontera permanecerá inalterada durante décadas, salvo por algún que otro ajuste, como la bizarra inclusión en Suiza de la presa del Lago di Lei allá por 1955. Sólo la actualización de los datos topográficos provocará mínimas alteraciones que de todos modos se producen en las improductivas y desoladas zonas glaciares, así que no le importan un pimiento a nadie.

En consonancia con el progresivo aprovechamiento turístico del macizo del Monte Rosa, diversos hoteles y refugios se construyen al mismo tiempo que teleféricos y pistas de esquí. Así, en 1984 se funda el Refugio Guide del Cervino en la Testa Grigia que sirve de base para aventuras alpinísticas y esquí alpino y de travesía, tanto en invierno como en verano. Los cimientos del refugio están anclados en la roca bajo un flanco del glaciar italiano de Valtournenche, a la llegada del teleférico de Testa Grigia. Puesto que el Glaciar de Valtournenche drena hacia la cuenca del río Po, el refugio se encuentra indiscutiblemente en territorio italiano.

2009: Los glaciares de los Alpes están en clara recesión. Ello no sólo supone un problema medioambiental, sino también administrativo (vale, llamar a éste «problema» es exagerar un poco). Algunas zonas otrora cubiertas de hielo ya no lo están, y otros tantos accidentes geográficos han desaparecido o se han desplazado. Cada seis años, Suiza realiza un exhaustivo examen del trazado de su frontera con Italia., y de este modo se han dado de bruces con el problema de una frontera que no ha sido actualizada acorde con los cambios del terreno. Al no haber enormes intereses estratégicos o de recursos, el problema se afronta de modo puramente técnico por las dos partes. Nace así una operación entre Suiza e Italia, que propone una nueva metodología de definición de fronteras llamada «frontera móvil». La frontera debe seguir las alteraciones en el tiempo de la línea divisoria de aguas. Tras el apretón de manos, las modificaciones del nuevo trazado afectan apenas a un 10% de los 750 km de frontera entre los dos países, con cambios que no suelen superar los 10 m, y sólo en algunos casos llegan a los 100 m. En territorio glaciar, nadie se ve afectado. En principio.

Avanzamos hasta 2013. El lento e imparable derretimiento del hielo hace desaparecer el flanco del Glaciar de Valtournenche sobre la Testa Grigia, que se queda en roca pelada e inestable. La gestión del Refugio Guide del Cervino inicia en 2018 estudios para reforzar la estructura del edificio y agrandarlo de paso. Ojipláticos se quedan cuando sus vecinos de Zermatt les muestran que el refugio, que ya estaba tocado o dividido por la frontera (según lo interprete uno), se encuentra ya en un 75% en suelo suizo. En efecto, resulta que la Testa Grigia desprovista de hielo drena ahora en mayor medida hacia el lado suizo, y este país, de a pocos y siguiendo el acuerdo de 2009, se había quedado con un poquito más del promontorio donde se asienta el refugio.

Ante el inevitable embrollo burocrático de tener que lidiar con dos municipios de dos países distintos para llevar a cabo las obras, permisos e impuestos, una comisión técnica entre las dos partes se reúne entre el 2 y el 4 de mayo de 2018 para decidir el destino de las cosas. Los suizos proponen dejar el refugio bajo soberanía italiana, pero reclaman una compensación territorial de la misma magnitud que el trozo de restaurante, del refugio y de la nueva ampliación que se encontrarían en Suiza. En total, 650 metros cuadrados de territorio deberían ceder los italianos. Suiza utilizaría este nuevo pedazo de terreno para completar su infraestructura local, probablemente ligando la Testa Grigia con los remontes del Klein Matterhorn.

La respuesta de Roma fue un frontal «no», secundado por el Instituto Geográfico Militar de Florencia. «El refugio está en Italia, por lo tanto no es preciso ceder ninguna parte del territorio alpino italiano a Suiza», defienden, a pesar de haber reconocido los cambios geográficos e hidrológicos que lo sitúaría en Suiza según el acuerdo de 2009. Para complicar más la cosa, existe casualmente al lado del refugio una explanada artificial para los turistas, que hace que el agua de escorrentía no fluya hacia el lado suizo sino hacia el italiano. Alain Wicht, superintendente para las fronteras de Swisstopo, sostiene que, sin esa obra, el agua que cayese en el refugio fluiría hacia Suiza.

Sin acuerdo, volvemos a 2020. La cuestión sigue en el aire a la espera de un nuevo asalto por parte de los contendientes en los próximos meses. En cualquier caso, las posibles soluciones a día de hoy son las siguientes:

• Que el refugio siga siendo italiano. Implicaría ceder una parte equiparable en superficie de territorio italiano a los suizos.
• Que el refugio pase a ser suizo. Si esto se produjese con todas sus consecuencias, aparte de tener que cambiar los enchufes y hacer reformas para adaptar el edifico a la regulación suiza, los clientes serán los que más lamentarían el cambio, tanto en su estómago como en su bolsillo.

Por ahora, el refugio parece ser más italiano que otra cosa. Como epílogo, me gustaría evocar las palabras de la guardesa a los medios. «Este es un refugio italiano porque nunca se ha movido. Si era italiano, seguirá siéndolo. Ni mi trabajo ni mi día a día han cambiado. Además, no servimos ningún plato suizo, aquí se viene a comer pasta Si quiere chocolate o relojes váyase a Suiza».

Fuentes y más info: Wikipedia (IT, DE), WSJ, Neue Zürcher Zeitung

Cervino es el nombre en italiano de lo que en alemán llaman Matterhorn, cuya cima está a pocos kilómetros del refugio protagonista de nuestra historia de hoy. Hace unos días lo vimos iluminado con mensajes de esperanza y banderitas.

Hace unos años visitamos otro restaurante sólo medio suizo: El hotel en dos países

También entre Suiza e Italia está Campione, un enclave italiano en la Confederación Helvética