El Árbol de Teneré

Es una creencia común que el desierto más grande del mundo es el del Sáhara. En realidad el honor le corresponde al Desierto Antártico, que cubre la práctica totalidad del continente, y aventaja en más de tres millones de kilómetros cuadrados al desierto norteafricano. Pese a ello, el desierto del Sáhara es verdaderamente enorme, pues cubre una extensión de más de nueve millones de kilómetros cuadrados, más o menos la superficie de Estados Unidos o China. La palabra Sáhara proviene del árabe صَحراء, que se lee aproximadamente ṣaḥrā, y es el vocablo que designa el desierto. A su vez, la expresión árabe proviene de la palabra Teneré, que en las lenguas Tuareg también significa desierto.

Teneré es también una región desértica africana situada mayoritariamente en Níger, aunque se considera que cubre una extensión de unos 400.000 km² que va desde el sur de Argelia hasta el lago Chad. Otra de las creencias populares erróneas sobre el Sáhara es que básicamente consiste en una infinita extensión de arena y dunas como las de la fotografía. En realidad, tres cuartas partes del desierto están formadas por grava, no por arena. Y ese es el caso de la región nigerina (no confundir con nigeriana) de Teneré.

Durante siglos las caravanas de los Tuareg atravesaron la zona camino de mercados como los de Agadez o Tombuctú. Hileras de cientos o miles de camellos cruzaban el desierto cargados con productos de lujo (sal, por ejemplo) para las dinastías y clases dominantes en el oeste de África. Los guías eran personajes muy valorados, y muy bien pagados, por su conocimiento del desierto y por su capacidad de llevar a buen término las expediciones. Y a lo largo de los siglos un árbol, una pequeña acacia, sirvió como punto de referencia para todas las expediciones que atravesaban el desierto de Níger. El Árbol de Teneré.

El árbol de Teneré, a principios de los 70. © Peter Krohn

La peculiaridad del Árbol de Teneré no sólo residía en su crecimiento y superviviencia en mitad del caluroso desierto. Se trataba del único árbol en más de cuatrocientos kilómetros a la redonda, y fue considerado el árbol más aislado del mundo. Fue el único árbol individual que ha aparecido en un mapa a escala 1:4.000.000, y también sirvió como referencia para los europeos en sus exploraciones y traslados durante la colonización.

Mapa nº 153 de Michelín, Noroeste de África, señalando la localización del Árbol de Teneré.

Originalmente, es decir, varios siglos atrás, la zona del árbol se encontraba bastante más poblada. El Árbol de Teneré formaba parte de un grupo que desapareció al endurecerse el clima. La existencia de un árbol vivo era una prueba evidente de la existencia de agua, pero los tuaregs nunca quisieron excavar un pozo, quizá por superstición o por algún tabú. El árbol era un símbolo de vida en mitad de la nada pedregosa, un hito en el camino. Hasta 1939 no se averiguó exactamente cómo obtenía el agua la solitaria acacia. En el invierno de ese año un sargento del Servicio de Asuntos Saharianos francés. El sargento Lamotte excavó un pozo de 35 metros de profundidad, al final del cual apareció un acuífero, del que vivía el fascinante árbol.

El Árbol de Teneré, en 1939, época en la que se excavó el pozo. La foto fue tomada por el comandante Michel Lessourd, del Servicio central de Asuntos Saharianos francés.

Lamentablemente el uso del pretérito imperfecto en esta entrada no es un mero recurso estilístico, y el Árbol de Teneré ya no existe, al menos de la manera en la que lo había estado haciendo en las últimas décadas. Su desaparición no se debió al clima o la edad, sino a la escasa pericia de algunos conductores. El primer incidente de tráfico en el que se vio envuelto el Árbol de Teneré tuvo lugar en una fecha indeterminada en los años cincuenta. Originalmente la acacia mostraba dos troncos, en forma de i griega. Un camión en camino hacia Bilma chocó contra el árbol y le seccionó uno de los troncos, que acabó desapareciendo. Parece imposible chocar contra el único árbol en cuatrocientos kilómetros a la redonda, y la única cosa visible en el horizonte. Pero sucedió. Y no sólo una vez. En 1973 un camionero libio, presuntamente borracho, derribó por completo la acacia al embestirla con su vehículo. Ese fue el triste final del árbol más solitario del mundo. Moraleja: si bebes no conduzcas. Ni siquiera por el desierto.

El Árbol de Teneré, en 1961.

Pocos meses después del incidente, el gobierno de Níger trasladó el árbol a un museo en Niamey. En el lugar donde durante tantas décadas había permanecido se instaló un monumento conmemorativo, que aún permanece allí. De vez en cuando algunas expediciones se acercan al lugar a comprobar que sigue en su sitio. Pero, obviamente, no es lo mismo. Para el recuerdo quedan las fotografías, no muchas, que se conservan del árbol, y los relatos de los que lo vieron con vida, que tampoco son demasiados.

Sobre estas líneas, retirada de los restos del árbol, en noviembre de 1973. Debajo, el expositor donde actualmente se encuentra, en Niamey, la capital del país.

Más fotos:

Arriba, el monumento metálico al árbol de Teneré, en 2003. Los barriles de su base fueron colocados allí por una expedición holandesa. Bajo estas líneas, la escultura caída, en 2005, probablemente debido al viento. Posteriormente se volvió a poner en pie y a fijar al terreno.

Para saber más:

En la Wiki, entradas en español e inglés sobre el árbol.

En castellano, una entrada en Aquí estuve ayer, otra en Meridianos y una tercera en blog de Mezvan.

En inglés encontramos información y mapas en el Club 153 de viajeros saharianos, llamado así por corresponder ese número al mapa Michelín del norte y oeste de África.

En francés podemos leer la galería de fotos de Agadez-Niger.com.

21 respuestas a “El Árbol de Teneré

  1. Almogabar 25-septiembre-2008 / 11:42 am

    Gracias por hacernos llegar esta gran historia, de la que no tenía conocimiento.

    Gran post, como todos los de este blog.

  2. Dr. Sapote 25-septiembre-2008 / 6:50 pm

    Como apasionado de las curiosidades geográficas sigo hace meses este notable blog; nunca me había animado a dejar un comentario pero este texto es fantástico. Mis felicitaciones desde Chile.

  3. Dani 25-septiembre-2008 / 10:38 pm

    Haces la vida más interesante. Gracias

  4. Ñbrevu 25-septiembre-2008 / 10:41 pm

    Hay que tener mala leche o buena puntería para chocar con el único árbol en cuatrocientos kilómetros a la redonda :D.

  5. Roberto Bonvallet 26-septiembre-2008 / 7:24 am

    Qué triste el final del árbol 😦

    Y qué feo el monumento. ¡Háganle a ese árbol una estatua digna, que se la merece!

  6. Alber 28-septiembre-2008 / 2:14 am

    Vaya tela con el monumento… Parece el poste de un semáforo 😀

  7. martin 13-octubre-2008 / 6:15 pm

    La culpa fue del arbol, que se puso en medio…

    Declaraciones tras el accidente del conductor libio….

    En fin, ojala alguna semilla arraigara de nuevo alli…(al leer esto me dio por pensar en esa bellisima pelicula que es El hombre que Plantaba Arboles, os la recomiendo).

  8. Francisco 2-noviembre-2008 / 1:36 pm

    Eu me recordo de ter lido essa história muitos anos atrás, foi bom revê-la aqui. Parabéns pelo site, gostei muito.

  9. Ana Elena Cardena 30-mayo-2010 / 7:08 pm

    La voluntad como representacion en la naturaleza, tratado de la voluntad de Arthur Shopenhauer nos muestra con este prodigio que la voluntad es lo que alienta toda vida en este planeta, tratase del genero humano, animal,o vegetal. La voluntad de mantener la vida frente al macrocosmos es sin duda el Altisimo que vive en todo ser viviente. El arbol del Tenere es prueba FEHACIENTE DEL PODER DE LA VOLUNTAD.

  10. olympia maya 3-octubre-2010 / 5:58 am

    quien fue el HIJO DE MIERDA :p que lo atropello no inporta si duro toda mi vida aberiguarlo le hare sentir lo mismo 😦

  11. Costadamorte 1-noviembre-2010 / 1:29 am

    Puedo estar equivocado, pero tenía entendido que el arbol no era muy viejo, que había sido plantado por la administración colonial francesa, bueno, en realidad habían plantado un grupo y solo sobrevivio uno…

  12. Erora 20-mayo-2012 / 11:58 pm

    Y van los humanos y lo cagan todo, como siempre. Lastima, tan hermosa criatura uwu

  13. Don Carlos. 19-junio-2012 / 11:23 am

    porque no repoblamos todos los desiertos, seguro que tiene que haber alguna forma de hacerlo poco a poco, imaginar la cantidad de oxigeno gratis y de vida que se crearia.

  14. Johel 16-febrero-2013 / 11:45 pm

    Hay que ser pendejo para chocar con el único árbol en un unos de los desiertos más grande del mundo joder. Como no se murió de vergüenza ?

  15. Ra 20-junio-2013 / 4:29 pm

    El árbol (bueno la cosa que lo sostituyo) y su historia aparece en la película española «la gran final», un documental sobre como en tres lugares aislados; a saber, el sahara, mongolia y la selva amazonica brasileña, tres comunidades igualmente olvidadas se afanan todo lo que pueden para poder ver la final del mundial de futbol de Francia.

    Además de desternillante, el docu es altamente recomendable y seguro que haría las delicias de los aficionados al blog. Cuenta como por ejemplo la tríbu mongola nómada, durante las tres semanas que dura el mundial, se mueven, en lugar de en busca de nuevos pastos, en busca de electricidad donde poder enchufar la tele.

  16. my psoriasis 20-julio-2013 / 4:06 am

    The attacker is then marked with the antibody so that the
    body knows it is threatening and it can be killed.

  17. Yoseli Demattei 16-enero-2018 / 8:08 pm

    Es maravilloso que un árbol perdure tantas décadas en medio del desierto. No vale la pena comentar sobre dos inútiles que en distintas oportunidades lo
    agredieron involuntariamente o no.

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