Fronteras

El año que termina ha sido en el que más he viajado en toda mi vida, lo que tiene su mérito porque es el tercer año consecutivo que sucede. Como buen maniático, tengo un Excel donde apunto todo lo que hago durante los viajes (y otro donde apunto lo que hago cuando no viajo), así que tengo una idea bastante clara de cuánto me he movido y por donde. Ahí va mi recap de viajes de 2024.

El número total de países visitados (sin incluir España) se mantiene en 23, los mismos que el año anterior. De esos, once son nuevos, y uno de ellos es un país no reconocido por ningún otro país en el mundo: Transnistria. Con los once países nuevos del año el total de países visitados a lo largo de mi existencia sobre la faz de este planeta asciende a 54. Incluyo en esa cifra Transnistria y también Gibraltar, que en mi lista de países cuenta como tal, hecho que me granjeará la enemistad tanto de Javier a.k.a. Sherlock como del Mapache enloquecido de las banderas.

Si nos centramos en la geografía española, en 2024 he visitado 16 provincias, cinco de ellas nuevas, en siete comunidades autónomas. Cuento como visitar haber hecho algo allí, preferiblemente dormir, pero recorrer una ciudad o llevar a cabo alguna actividad de trabajo o de ocio también cuenta, aunque luego se duerma en otra parte. No cuenta parar a comer, ni simplemente conducir. Las cinco provincias nuevas son las cinco de Andalucía que me faltaban (Granada, Jaén, Córdoba, Almería y Huelva), así que ahora mismo sólo me quedan Orense y Álava por hollar. Visité Sevilla por primera vez en 32 años y Ávila por primera vez después de 15 años sin ir. La provincia visitada a la que llevo más tiempo sin ir es Cantabria, que pisé por última vez en 1982. Aparte de la mía, en 2024 la provincia más visitada fue Madrid, con cinco viajes.

Durante 2024 realicé un total de 36 vuelos, incluyendo en ese total las escalas, lo que supone un aumento de un 71% respecto al total de 2023 (21 vuelos). El total de kilómetros recorridos es de 57.731, lo que además de ser, también, un récord histórico personal, supone una subida del 83% respecto al año anterior. El vuelo más largo lógicamente fue París-Seúl, con 8.950 kilómetros (fueron muchos más porque no seguimos la trayectoria idónea por culpa del cierre del espacio aéreo ruso), y el más corto, Almería-Sevilla, con 319. La media por cada vuelo es de 1.604 kilómetros. El total de aeropuertos visitados asciende a 27, y el número de compañías aéreas con las que he volado, a 10. Mi favorita, de lejos, Turkish Airlines. El premio al vuelo más barato del año (contando sólo un trayecto) lo comparten Londres Stansted-Hamburgo (Ryanair) y Barcelona-Niza (EasyJet), que costaron 19 euros. Si contamos sólo el precio por kilómetro recorrido, el viaje más económico fue Milán-Chisinau, con un coste por cada mil metros de 1,35 céntimos de euro (21 euros por trayecto, para una distancia de 1.559 kilómetros). El vuelo más barato, en precio por kilómetro, que he tomado en mi vida sigue siendo el Barcelona-Podgorica de 2022, que salió a 0,95 céntimos por kilómetro. En términos absolutos, el viaje entre Abu Dabi y Kuwait del año pasado costó diez euros por trayecto (1,18 céntimos por kilómetro).

Con estas cifras, el número total de aeropuertos visitados en todo el mundo asciende a 71, de los cuales 17 están en España, 37 en el resto de Europa, y los otros 17 se encuentran en África, Asia y América del Norte, Mi favorito del año y en general es el de Estambul. El total aproximado de vuelos que he realizado desde el luctuoso hecho de mi nacimiento hasta el día de hoy asciende a unos 218, aunque la cifra es probablemente mayor porque empecé a llevar la cuenta hace solo seis años, y la mayoría de los vuelos anteriores a 2014 no los pude recuperar del correo electrónico así que los estimé a ojímetro. El total de kilómetros recorridos supera por poco los trescientos mil.

Si tenemos en cuenta todos los medios de transporte (sin contar a pie), el total de kilómetros recorridos durante los viajes de este año (aproximadamente) asciende a 73.369, lo que implica un aumento del 50% respecto a la cifra del año anterior. Desglosado según medio de transporte es como sigue:

Avión: 57.731 kilómetros (+83%)
Tren: 7.953 kilómetros (+42%)
Coche: 6.052 kilómetros (-42%)
Autobús: 1.152 kilómetros (+116%)
Barco: 511 kilómetros (-10%)

Los puntos extremos en los que he estado son:

Norte: Oslo, Noruega. 59º 54′ N
Sur: Matmata, Túnez. 33º 32′ N
Este: Sumida, Tokio, Japón. 133º 49′ E (Nuevo récord)
Oeste: Dublín, Irlanda. 6º 16′ W

Los récords históricos quedan como siguen:

Norte: Eckerö, Åland, Finlandia. 60º 13′ N
Sur: Phuket, Tailandia. 7º 53′ N
Este: Sumida, Tokio, Japón. 133º 49′ E
Oeste: San Francisco, California, EE.UU. 122º 25′ W

Y por cerrar el departamento de estadísticas, en 2024 he dormido en total 81 noches fuera de Barcelona, ligero descenso de un 2,5% respecto al año anterior, cuando fueron 83. Los lugares donde más he dormido además de Barcelona son Madrid (10), y Peñíscola, Granada, Londres y Tokio, con cuatro noches en cada lugar. El mes que más noches pasé viajando fue agosto, con 22. El que menos, mayo, con ninguna. Fue el único mes que no viajé. Dormí dos noches en otros tantos aviones y otra más en un barco. Mucho mejor lo segundo que lo primero, he de decir.

Y hasta aquí la recapitulación de los viajes de 2024. Esperemos que 2025 se porte igual de bien. En el primer trimestre del año tengo ya varios viajes planeados. Espero tener tiempo para contarlos aquí, junto con otras muchas historias que he ido guardando en el tintero. Espero, queridos lectores, que tengáis unas muy felices fiestas y una magnífica entrada en 2025. ¡Hasta el año que viene!