Fronteras

Las leyes internacionales sobre demarcación de fronteras indican que, en el caso de que el límite entre dos países esté en el curso de un río, si el cauce del río se modifica por la erosión, la frontera también lo hace (no ocurre así en el caso de que la modificación se deba a terremotos o la mano del hombre). Las mismas leyes indican que la frontera seguirá su curso a lo largo de la parte más profunda del río. Pero el lecho de los ríos, como su cauce, no es inamovible, y está sujeto a variaciones con el paso de los años. Hace un par de días publiqué una foto de un hito fronterizo hispanofrancés en uno de los puentes sobre el Río Rahur, que hace las veces de frontera entre España y Francia en el término municipal de Puigcerdá. En una panorámica más amplia del puente, se aprecia un triángulo anaranjado en un lado del puente, y otro idéntico en el costado opuesto. Esos triángulos marcan la frontera exacta, que en este caso no es la parte más profunda del río, sino una pequeña isleta en el centro de éste.

Hitos fronterizos en el puente sobre el Río Rahur. En la barandilla del puente se puede ver el marcador nº 477, en el suelo la frontera actual. Al otro lado del puente hay un triángulo idéntico, y lo mismo ocurre en un puente moderno contiguo a éste.

Para vigilar el correcto trazado de las fronteras, los países suelen revisar la situación exacta de éstas cada cierto número de años. Una comisión bilateral se encarga de comprobar los lechos de los ríos y la situación exacta de los marcadores fronterizos para delimitar el territorio de cada país.

La frontera que nos ocupa hoy, la suecofinesa, se revisa cada veinticinco años; la última revisión fue en 2006. El origen de esta frontera se encuentra a principios del siglo XIX, cuando Noruega, Suecia y Rusia, que entonces administraba Finlandia (y siguió haciéndolo hasta 1917) firmaron el tratado de Frederikshamm, por el que se establecía la frontera entre el Noruega, el Imperio Ruso y el Reino de Suecia. El límte entre ambos países comienza en Treriksröset, el punto donde se encuentran las fronteras de Suecia, Noruega y Finlandia. Es el punto más al norte de Suecia. A partir de ahí, la frontera desciende por Laponia hacia el sur a lo largo de 614 kilómetros siguiendo numerosos cursos de ríos, hasta llegar al Golfo de Botnia, en el norte del Mar Báltico. La frontera terrestre da paso a la martítima, establecida por una línea recta equidistante de ambas costas, la sueca y la finesa. Esa línea atraviesa dos pequeñas islas, que, por lo tanto, han quedado divididas entre los dos países. Son los islotes de Kataja y Märket, cuyas historias resultan la mar de curiosas.

Treriksröset, el trifinium Finés, Noruego y Sueco. La isla donde está situado es la única isla artificial dividida entre tres países en todo el mundo.

Cuando se firmó el tratado fronterizo entre Suecia y el Imperio Ruso, en 1809, la línea que delimitaba la frontera marítima cruzaba entre dos islas, la sueca de Kataja y la finlandesa de Inakari. Durante las siguientes décadas, el rebote isostático hizo emerger una lengua de tierra entre ambas que finalmente acabó uniéndolas y convirtiéndolas en una sola isla. Algo parecido a lo que ocurrió con el Peñón de Vélez. La frontera internacional tiene apenas doscientos metros de longitud en el islote , y está señalizada con un marcador fronterizo en cada extremo. Kataja, además, es el punto más oriental de Suecia.

Vista satelital de Kataja en Google Maps. Las islas originales eran, más o menos, las partes que se ven verdes en la fotografía.

El caso de Märket es aún más extraño. Märket es un pequeño islote de poco más de tres hectáreas, completamente deshabitado. En la isla únicamente hay un faro, construido en 1885, sobre una de las esquinas. El resto de la isla son pedruscos afilados, como mucho a dos metros sobre el nivel del mar. Lo extraño de la isla no es sólo su frontera, como ya veremos, sino que hasta el siglo XVI, de hecho, la isla no existía. Fue el mismo rebote isostático que unió a Kataja e Inakari la hizo emerger justo donde, tres siglos más tarde, se trazaría la frontera entre Rusia y Suecia. La isla estuvo dividida, pues, desde un principio.

Sobre estas líneas, vista aérea de Märket, con el faro finlandés de 1885. Abajo, situación de la isla con respecto al archipiélago de Åland, al que pertenece.

Pero la división no fue siempre de la misma manera. Las revisiones periódicas de las que hablábamos al principio también afectan a la isla de Märket, porque, debido al mencionado rebote isostático, la isla no deja de crecer y ascender sobre el nivel del mar, unos cinco milímetros anuales. El efecto se puede comprobar haciendo click en la imagen de la derecha. Por esa razón, cada veinticinco años, la frontera es revisada para que el 50% del territorio siga perteneciendo a cada país. Originariamente la frontera cortaba la isla por la mitad desde el tratado de 1809, en una línea recta de unos cien metros de largo. En 1885, como hemos visto, se construyó un faro, operado por Finlandia, sobre la parte finesa de la isla. O sobre lo que se pensaba que era la parte finesa. En 1981, en una de esas revisiones periódicas de la frontera, los agrimensores descubrieron que el faro estaba íntegramente construido sobre suelo sueco. Así que se tenía que proceder a la modificación de la frontera suecofinesa para que el faro estuviera de nuevo en territorio finés, algo que sólo se podía realizar mediante un intercambio de territorios. Las fronteras marítimas eran intocables, porque podían afectar a las áreas de pesca de cada país, así que se llegó a un acuerdo según el cual el intercambio de territorios se haría dentro de la propia isla. Y lo que quedó fue una rarísima frontera, de casi medio kilómetro de largo en una isla que sólo tiene cien metros de ancho.

Mapa de Märket. El insólito trazado de la frontera hace que atravesar la isla de punta a punta pueda llevar a cruzar cinco veces la frontera.

La situación un tanto sui generis de la isla no acaba aquí. La parte finesa de la isla, que es también el punto más occidental de Finlandia, pertenece a Åland, un archipiélago finés donde la lengua oficial es el sueco y que sólo comparte con la Finlandia continental la defensa y poco más. Sin embargo, el faro es gestionado desde Helsinki, sin intervención del archipiélago. Y la parte sueca (poco más de hectárea y media) está dividida en dos provincias distintas, la de Uppsala y la de Estocolmo. Resulta difícil formar un puzzle más complicado en un espacio más pequeño.

Para saber más:

En la Wiki: Märket, Kataja, Frontera terrestre entre Suecia y Finlandia.

Del arte de trzar frontreras en Finlandia, en el blog del Capitán Achab.