El viaje de una postal desde la Antártida hasta mi casa

Postal de la Antártida en la que se lee "Antarctica. The white continent" y se ve una bahía helada con glaciares, rocas y pingüinos sobre ellas. El pasado viernes el cartero depositó en mi buzón la postal sobre estas líneas. La había escrito Inés, la zaragozana detrás de Mis viajes por ahí, durante una expedición antártica el pasado mes de enero. Nadie me ha enviado nada nunca desde tan lejos y es difícil que alguna vez reciba una postal desde un lugar tan improbable, así que me hizo muchísima ilusión. Pero me provocó preguntas, especialmente una: ¿cómo ha llegado esta postal desde la Antártida a mi casa de Barcelona? Esta es la historia

La base británica de Puerto Lockroy se encuentra en la isla de Wiencke, en la Península Antártica. Allí operan tanto el museo más meridional del planeta como la oficina de correos más al sur del mundo. Sólo opera cinco meses al año, de noviembre a marzo, y es uno de los principales destinos turísticos de la Antártida; dada la escala del turismo en el continente blanco, eso tampoco quiere decir demasiado: aproximadamente 18.000 turistas visitan el lugar cada año, y envían unas 70.000 postales. El precio de cada sello es de un dólar americano, no importa cuál sea el destino, y todas las cartas son mataselladas a mano.

Sello y matasellos de la postal enviada desde la Antártida. En el sello se ve un pingüino, el matasellos reza "Port Lockroy. British Antarctic Territory. 14-02-2023"

Una vez franqueada la postal, queda almacenada junto con todo el correo restante hasta que haya algún barco que pase por el lugar de camino a las Islas Malvinas. Eso puede ser un día, pueden ser seis semanas o puede ser todo el invierno. Normalmente cualquier carta franqueada a finales de febrero o más allá se queda todo el invierno en la estación. Normalmente entre dos y cinco cruceros cada temporada pasan tanto por las Malvinas como por Puerto Lockroy, pero no existe una garantía de que eso suceda, dado lo cambiante de las condiciones meteorológicas.

Vista del edificio principal de Puerto Lockroy (fuente). La estación fue la primera base antártica del Reino Unido, construida en 1944 y habitada de manera permanente o intermitente durante 18 años hasta 1962, cuando fue abandonada. Se reabrió en 1996 como museo y desde entonces un equipo de cuatro personas que cambia cada año pasa el verano allí. La mitad de la isla está reservada a los pingüinos. Uno de los objetivos de la estación es investigar el efecto del turismo en la fauna antártica; de momento no se han detectado efectos nocivos.

La logística de la base de Puerto Lockroy es considerable. Las cuatro personas que viven allí cinco meses al año no sólo están a cargo de la oficina postal y de la tienda de recuerdos (que recibe visitas casi diariamente) sino de la investigación con los miles de pingüinos de la isla, del mantenimiento de los edificios y de la limpieza del lugar. Según cuentan, suele ser extenuante. Los suministros, más de mil cajas incluyendo miles de pingüinos de peluche, cientos de latas de comida y decenas de kilos de pintura, llegan desde Londres en un contenedor a las Malvinas, y desde ahí se van enviando cuando el tiempo lo permite de la misma manera en la que lo hace el correo; a través de los cruceros turísticos.

Uno de los edificios de la estación de Puerto Lockroy (fuente)

El viaje de 1.500 kilómetros hasta Puerto Stanley puede durar cualquier periodo de tiempo entre 10 días y un mes, dependiendo del recorrido que realice el crucero en cuestión y del tiempo que haga en la zona. A veces el correo se le entrega a un yate privado en vez de a un crucero, pero no es habitual. Una vez en las Malvinas y dependiendo del destino, el correo puede tomar dos direcciones. La mayoría será embarcado en un Airbus A330 de Air Tanker, una aerolínea chárter que opera para la Royal Air Force un vuelo semanal con la base aérea de Brize Norton, en Inglaterra. Antes de llegar allí el avión habrá hecho una escala en Espargos, el aeropuerto principal de Cabo Verde. Parte del correo puede acabar en el Airbus A320 con el que Latam Airlines opera la ruta entre Rio Gallegos (Argentina) y la base aérea de Mount Pleasant,que funciona como aeropuerto internacional malviniense.

La tienda de regalos de la estación de Port Lockroy. Me dejan a mi suelto ahí y me dejo el salario de un mes sin pestañear

Y ya desde el Reino Unido (o desde Argentina) las postales entran en el circuito postal normal. En mi caso probablemente fue empaquetada junto con un montón de paquetes, cartas y postales en alguno de las dos docenas de vuelos que unen Londres con Barcelona (o quizá hizo escala en Madrid, no lo sé). En cualquier caso, el viaje completo desde el barco donde Inés escribió la postal hasta mi buzón duró aproximadamente dos meses y medio. Un mes hasta llegar a Puerto Lockroy, donde fue franqueada el catorce de febrero, y otras seis semanas hasta mi buzón, pasando por las Malvinas, Cabo Verde e Inglaterra. Esa postal ha viajado más que muchos de nosotros.

Postales siendo franqueadas a mano en Port Lockroy (fuente)

Fuentes, más info y fotos: British Antarctic Survey, Mercopress, UK Anctarctic Heritage Trust, Business Insider, USA Today. En Ends of Earth hay una entrevista a una antigua operadora de la estación que merece mucho la pena.

Gracias a Inés por enviarme la postal, que he procedido a poner en un marco y colgar de la pared del salón.

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5 respuestas a “El viaje de una postal desde la Antártida hasta mi casa

  1. Victor Rosas 6-abril-2023 / 5:49 pm

    Sin duda, esa postal ha viajado mucho pero mucho más que yo XD

  2. Karji 6-abril-2023 / 8:39 pm

    Eso es más o menos como el Polo de Inaccesibilidad Postal.
    La siguiente postal desde Alert?

  3. Leo 6-abril-2023 / 10:49 pm

    Muy interesante relato, nos quedaremos con la duda sobre el mensaje y la forma en que la colgarás de la pared (¿con la foto o el mensaje visible?)

    Ya más denso, si bien cohabitan ambos términos, el adecuado es Antártica, que tiene raíces directas en el griego y latín.

    Y, si echas cuentas, probablemente esa postal haya viajado casi el doble de lo que calculas (lo más seguro es que haya sido impresa en Inglaterra desde donde se trasladara a la Antártica a la espera de ser usada por Inés).

  4. Warius 7-abril-2023 / 11:19 pm

    Uno esperando las vacaciones de semana santa para «viajar» un poco y llega esta tarjeta postal viajando en dos meses y medio lo que yo en un lustro =(

  5. KELY 4-junio-2023 / 12:06 am

    LEI TODO Y ESTUVO MUY INTERESANTE SI ALGUNA VES DEJAN TAREA DE NOTICIAS DE POSTALES YA SEBEIS QUE LEER

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