El día de Navidad es festivo en más de ciento cincuenta países, ya sea en su versión gregoriana (el 25 de diciembre) o juliana (el 7 de enero, en los países de mayoría Ortodoxa donde la iglesia sigue usando el calendario juliano). En muchos de los países donde se celebra la Navidad los cristianos son una minoría, como sucede en Irak, la India, Indonesia, Egipto, Corea del Sur o Kazajistán. En otros lugares no es festivo pero las comunidades cristianas locales lo celebran igualmente tanto en sus casas como en la calle. Y luego están los lugares donde la Navidad está prohibida, países enteros donde hasta El Grinch se escandalizaría por el trato que se le otorga. Los lugares donde la Navidad perdió la batalla.
La prohibición de la Navidad tiene una larga historia; al tratarse de una de las fiestas más importantes del cristianismo, allá donde los cristianos están perseguidos la Navidad también suele estarlo. En los países del bloque soviético la religión se consideraba una muestra de deslealtad al partido y al Amado Líder, fuera el que fuese, así que durante décadas sufrió distintos niveles de prohibición. Incluso en Escocia, un país cristiano, la Navidad estuvo prohibida en el siglo XVII tras la conversión al protestantismo del país. De hecho el 25 de diciembre no fue festivo en Escocia hasta 1958. Los revolucionarios franceses del siglo XVIII también vetaron las celebraciones navideñas, en un intento de descristianizar el país, hasta que Napoleón firmó el concordato con la Santa Sede en 1801. Hoy día quedan pocos países donde no celebren la Navidad, y aún menos donde se persiga, pero aún existen. Son estos:
Corea del Norte. No es un secreto que las religiones no son bienvenidas en la hermética república hereditaria, uno de los últimos vestigios de la guerra fría. Si bien la constitución del país reconoce la libertad de culto, la realidad es que el único culto permitido es, claro, el culto al líder. Sin embargo, el 24 de diciembre es festivo en el país; se celebra el cumpleaños de la abuela del actual mandatario. El día 27, por otro lado, es el «día de la constitución», y también es festivo.
Brunéi. En la pequeña y bastante bizarra monarquía de la isla de Borneo rige desde 2014 la Sharia, la legislación islámica basada en las enseñanzas y la moralidad del Corán. Que por supuesto, como es sabido, no es especialmente tolerante con otras religiones. Por esa razón, aunque en occidente la Navidad tiene desde hace décadas más peso comercial que religioso, en el país quedó prohibida la celebración de la pascua, incluso sin connotaciones religiosas. Está prohibido disfrazarse de Papá Noel, cantar villancicos o poner árboles de Navidad en público. Y ser gay, también.
Somalia. En realidad llamar «país» a Somalia es un ejercicio de optimismo. Después de tres décadas y media de guerra civil (aquí se habló por primera vez de ello aquí hace casi dieciocho años y la cosa no ha cambiado mucho) el gobierno de Mogadiscio controla un porcentaje pequeño del territorio del país, asediado por distintos señores de la guerra y grupos islamistas. Eso sí, en la porción del país bajo su mando, la Navidad está prohibida desde hace década y media, por la «confusión» que las celebraciones cristianas (o paganas) podrían provocar en los devotos musulmanes. Pero los somalíes también celebran algo el 25 de diciembre. Su cumpleaños. En un país sin registros documentales y dónde el lenguaje nacional sólo tiene una versión escrita desde los años 70, la inmensa mayoría de la población desconoce cuál es su fecha de nacimiento. Así que escogen algún día especial en el calendario, como el 25 de diciembre, el 1 de enero o el 14 de febrero. En Somalilandia, que sigue siendo el país auténticamente independiente con menos reconocimiento del mundo, la Navidad no se celebra, pero tampoco se persigue.
Tayikistán. Hasta 2015 las celebraciones públicas religiosas y paganas estaban permitidas y en las calles de Dusanbé se instalaban árboles de Navidad, pero ese año el gobierno del país decidió involucionar y prohibir casi todas las festividades; no sólo la Navidad, también año nuevo, Halloween o los cumpleaños. En Tayikistán te multan si tus amigos te cantan el cumpleaños feliz. Incluso llorar en los funerales está prohibido, bajo multa de seiscientos euros (que vienen a ser unos dos meses del salario medio). En el resto de los países de mayoría musulmana de Asia Central, la Navidad es un festivo nacional o se celebra públicamente, ya sea el 25 de diciembre o el 7 de enero.
Arabia Saudita. Durante años la exhibición pública de símbolos de religiones distintas al islam estuvieron prohibidas en el reino de los Saúd; eso incluía, desde luego, la Navidad. Legalmente se podía celebrar en la intimidad siempre que desde fuera no se escuchara o viera nada que pudiera turbar la fe de los guardianes de los lugares más sagrados del islam. Pero de un tiempo a esta parte la monarquía petrolífera está abriendo lentamente sus puertas a la modernidad, la moderación y la tolerancia religiosa, permitiendo, por ejemplo, que las mujeres conduzcan o incluso que no lleven velo. De igual manera, los centros comerciales pueden decorar sus instalaciones con adornos, gorros de Papá Noel y árboles con luces, aunque el resto de celebraciones no puramente comerciales siguen, de momento, vetadas.
Si quieres saber más sobre Navidad, leéte esto:
Una isla llamada Navidad. Dos, de hecho, ambas en Oceanía. Bueno, casi. Que lo leas.
Navidad en enero y año nuevo en abril. Sobre celebraciones idéntica en fechas diferentes.
¿Felices fiestas? No en mi país. Sobre los países que no celebran la Navidad
Puedes encontrar esta historia, y todas las demás, en El Mapa de Fronteras
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