Al norte del Norte: los Territorios del Noroeste

Primera parte: Al norte del Norte: Yukón

Inuvik, donde termina la Dempster Highway,  es una de las ciudades más grandes de los Territorios del Noroeste. Con sus cuatro mil habitantes, concentra el 10 % de la población del territorio. 1.350.000 kilómetros cuadrados de territorio, concretamente, en los que viven algo más de  cuarenta mil personas. Tocan a más treinta kilómetros cuadrados por cabeza. Además de ser poco poblados los Territorios del Noroeste son, sobre el papel, asquerosamente ricos. Su renta per cápita es casi de cien mil dólares, un poco por debajo de la de Luxemburgo, un poco por encima de la de Noruega, y más del doble de la media canadiense. O de la de Estados Unidos. Esto es así gracias a la vastísima variedad y cantidad de recursos naturales que posee el territorio. Oro, petróleo, gas natural, wolframio y, sobre todo, diamantes.

Diavik

La mina de diamantes de Diavik, una de las más grandes del mundo.

Dada la riqueza natural del territorio, casi todos los asentamientos del lugar tienen origen minero. Los que no, son fundamentalmente poblados de los nativos canadienses, conocidos como Primeras Naciones. En total, en una región del tamaño de Perú hay exactamente 34 pueblos y ciudades, en las que se hablan hasta once idiomas oficiales. La capital, Yellowknife, es la ciudad más poblada, con casi veinte mil habitantes. El resto son pequeñas localidades, con unos pocos centenares de habitantes y un aeródromo. Por ejemplo, al oeste de Inuvik encontramos Aklavik. Originariamente era la ciudad más importante de la zona (entendiendo como «zona» una superficie de como trescientos mil kilómetros cuadrados), pero las inundaciones llevaron a la construcción de Iuvik en los años sesenta y a la migración de la mayor parte de la gente. Algunos residentes se negaron a marcharse, y ahí siguen quinientas personas. No hay carreteras que lleven hasta el pueblo, únicamente un servicio de Aerotaxi hasta Inuvik, a sesenta kilómetros de allí, y, en invierno, un camino a través del helado río McKenzie.

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La carretera de hielo hacia Aklavik, en invierno. © mattcatpurple

Aklavik está relativamente cerca de sus vecinos. Los hay que lo pasan peor. Por poner un ejemplo, la pequeña aldea de Tuktoyaktuk se encuentra 125 kilómetros al norte de Inuvik, en la orilla del Océano Glacial Ártico, casi en el paralelo setenta. Para llegar allí, durante la mayor parte del año, sólo existe el avión. El aeródromo local opera vuelos chárter a Inuvik, y durante un par de meses al año, también existe la posibilidad de usar una carretera sobre el hielo del Ártico, que permite, en tres o cuatro horas, enlazar con la Dempster Highway. Pero todavía hay gente que vive más al norte. Ulukhaktok es una aldea en la costa oeste de la Isla de Victoria. Su descripción es la viva imagen de la claustrofobia. Tiene cuatrocientos habitantes. Está a trescientos cincuenta kilómetros de océano congelado y tundra polar del lugar habitado más cercano. Afortunadamente,  seis vuelos semanales lo conectan con Yellowknife y Kugluktuk, en el vecino territorio de Nunavut, del que nos ocuparemos en otra entrada. Aunque parezca mentira, el turismo es una de las principales fuentes de dinero de la localidad.

Holmanairport

La, ejem, terminal de pasajeros del aeropuerto de Holman, en Ulukhaktok, fotografiada en los años 80.

Pero el récord de aislamiento, soledad y quintopinismo de los Territorios del Noroeste lo posee, sin la menor duda, Sachs Harbour. El pueblo se encuentra en la costa sur de la Isla de Banks, un pedazo de hielo del tamaño de la República Checa, en el que sólo existe un asentamiento humano  La densidad de población de la isla (120 habitantes para 70.000 km2) hace que Groenlandia parezca el centro de Tokio en hora punta. El idioma más hablado en Sachs Harbour es el Inuvialuktun, una de las lenguas de los Inuit canadienses. La principal fuente de riqueza del pueblo es la investigación petrolífera y gasística, en una zona bajo la que se cree que existen miles de kilómetros cúbicos de gas natural. A casi 400 kilómetros de la población más cercana, Sachs Harbour es accesible únicamente por avión. Desde su pequeño aeródromo se puede volar a Inuvik un par de veces por semana. A cincuenta grados bajo cero en invierno, y alejado de casi todo lo que denominamos civilización, es probablemente el peor destino para perderse. O quizá el mejor. Si alguien va para allí, que avise.

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Vista aérea de Sachs Harbour. (Fuente)

Más:

Nunca he estado en España, pero he estado en Tuktoyaktuk, un road trip por la Dempster Highway, por Paul William Berg.

Arctic Road Trip, por David Simmons.

Road-tripping in the Arctic, en Intelligent Life.

¡Bonus! La autopista del Ártico, por Aberron, en Fogonazos. Un espectacular viaje por la carretera de hielo más larga del mundo. Altísimamente recomendable.

12 respuestas a “Al norte del Norte: los Territorios del Noroeste

  1. Max Birrax 20-agosto-2009 / 7:40 pm

    Con el calorín que está haciendo, alivia ver estas fotos.

    Siempre me asombrará la capacidad de adaptación de las personas humanas.

  2. estocasticom 21-agosto-2009 / 3:44 pm

    Ni la lluvia, ni el frio ni el hielo ni la distancia podra impedir que me haga con ese petroleo.

    Tiene que ser durilla la vida por esos lares… y sin embargo.

  3. Carlos A. Romo Vargas 7-abril-2011 / 4:13 am

    Extraordinaria riqueza en territorios casi despoblados, por la tanto, gran cantidad de oportunidades. ¿Como hacer para emigrar a estos territorios en busca de mejor calidad de vida?

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