Los largos viajes por carretera por puro placer son un invento norteamericano. Hay docenas de canciones, películas y novelas sobre el tema. Desde Viajes con Charley a Easy rider, el individualismo de los estadounidenses se ha manifestado a bordo de dos o cuatro ruedas durante mucho tiempo. Pero Estados Unidos, comparado con cualquier país europeo, es una nación muy joven. La catedral de Colonia o la Grand Place de Bruselas tienen más historia en sus piedras que cualquier ciudad americana. No se trata de la habitual condescendencia y presunta superioridad europea con los malvados yanquis, sino simplemente de la constatación de un hecho. Por esta razón, sus referencias a la hora de viajar suelen ser de otro tipo. Paisajísticas y urbanas, pero, sobre todo, frikis. El monte Rushmore, su hermanastro el monumento a Caballo Loco, o la misma ciudad de Las Vegas (y en general todo el estado de Nevada) son un par de ejemplos evidentes de lo kitsch que pueden llegar a ser. El extenso territorio estadounidense está plagado de obras de arte pop que reflejan el carácter americano, no tanto por su mera existencia, sino por su categoría de iconos de la carretera. Hoy veremos unos cuantos de ellos.
Month: diciembre 2008
Cuando Estados Unidos quiso comprar Groenlandia
En 1867 los Estados Unidos compraron al Imperio Ruso el territorio americano que estos poseían al noroeste del continente. En su momento se convirtió en un territorio de la Unión, al que se llamó Alaska, palabra que procedía del aleutiano Alaxsxaq, que venía a significar algo así como «la tierra contra la que se dirige la acción del mar». El precio pagado por el millón y medio de kilómetros cuadrados de territorio fue de 7,2 millones de dólares. Desde el punto de vista actual, y teniendo en cuenta los enormes recursos petrolíferos descubiertos allí, lo podemos considerar una auténtica ganga, pero en su momento la compra provocó cierta polémica en la prensa de la época; algunos comentaristas consideraban que comprar una región tan remota e inaccesible, y además separada por varios miles de kilómetros del resto del país era absurdo. A Alaska se le dio el sobrenombre de «la nevera de Seward» (por William Seward, secretario de Estado que impulsó la compra) o «el jardín de osos polares de Andrew Jonhnson«, entonces presidente de los EE.UU.
Cheque utilizado para pagar la compra de Alaska (click para ampliar; la imagen pesa 4 megas, así que ojito con las conexiones lentas).
Demócratas de toda la vida
Con esta entrada queda inaugurada la sección de mapas curiosos, que se inspira directamente en, aunque intentará plagiar lo menos posible a, Strange Maps.
La democracia es el peor sistema de gobierno posible, exceptuando todos los demás
Winston Churchill, 1947
El mapa sobre estas líneas (click para ampliarlo) muestra en azul los países cuyos gobiernos se autodenominan como democráticos, y en rojo los que no lo hacen. De los 193 países representados en el mapa, sólo cuatro se definen a sí mismos como no democráticos. El Vaticano, Birmania, Arabia Saudí y el Sultanato de Brunei. El resto, incluyendo a China, Bielorrusia, Corea del Norte, Sudán o Zimbabue, se proclaman como democráticos.