El gran Ladislao Kubala fue uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos. Consiguió una docena de títulos con el Barcelona de los años 50, marcando más de 130 goles. Pero además fue un trotamundos del fútbol. Además de en España, jugó en clubes de su Hungría natal, Checoslovaquia, Italia, Suiza y Canadá. Como entrenador, además de entrenar en España, Suiza y Canadá, también fue seleccionador de Paraguay y Arabia Saudita. Por si fuera poco, comparte el récord de mayor número de selecciones nacionales en las que participó como jugador, con tres; Hungría, Checoslovaquia y España. (El otro futbolista con el que comparte el registro es un tal Daniel Brailovsky, que jugó con los juveniles de Uruguay, y las selecciones absolutas de Argentina e Israel). Pero si Kubala cambió dos veces de nacionalidad, los habitantes de una aldea llamada Velke Slemence superan con creces ese récord. A lo largo del siglo XX, los más viejos del lugar fueron ciudadanos del Imperio Austrohúngaro, de Checoslovaquia, del Reino de Hungría y de la Unión Soviética. Actualmente, los 850 habitantes que viven en la aldea tienen nacionalidad eslovaca o ucraniana según hayan caído a un lado u otro de la frontera.
Habitantes de las dos zonas (ucraniana y eslovaca) de la aldea de Velke Slemence, colocando dos mitades de una puerta, una a cada lado de la frontera que divide el pueblo. Véanse los hitos fronterizos entre ambas multitudes.