En otra ocasión ya se habló en Fronteras sobre la ídem entre Estados Unidos y Canadá. En total son casi nueve mil kilómetros de límite internacional, el más largo entre dos países de todo el planeta. Una parte importante de la línea fronteriza discurre sobre el agua, bien en los Grandes Lagos, bien sobre la parte más profunda de un río. Ese es el caso del Río Niágara, uno de los más famosos del mundo, y una de las zonas más entretenidas y transitadas de toda la frontera useñocanadiense.
Vista aérea de las Cataratas del Niágara. La frontera divide en dos la catarata situada a la derecha, mientras que las de la izquierda pertenecen íntegramente a Estados Unidos. La línea fronteriza discurre por el centro aproximado del río. Canadá se encuentra en la parte inferior y a la derecha del todo de la foto, Estados Unidos al otro lado del río.
Las Cataratas del Niágara forman parte del imaginario colectivo de occidente en general y de EE.UU. en particular tanto o más que la Ruta 66, el Empire State Building o el Golden Gate. Sin embargo, para verlas de verdad hay que irse a otro país, a la orilla opuesta del río. A Canadá, vamos. En la foto sobre este párrafo se puede comprobar claramente el porqué.