Tanto el Imperio Español como el Británico usaron en su momento la frase «el imperio en el que no se pone nunca el sol«, como ejemplo de lo masivos y extensos territorialmente que llegaron a ser. El ocaso, literal y metafórico, del Imperio Español, llegó con la pérdida de Cuba, Filipinas y Guam frente a Estados Unidos en una breve guerra en 1898, y, finalmente, con la venta de las islas Marianas y Carolinas a Alemania un año más tarde. El Imperio Británico, ahora con el nombre de «Territorios Británicos de Ultramar», ha seguido siendo bañado 24/7 por la luz del sol en alguno de los lugares que aún dependen del Reino Unido. Hasta ahora. El pasado mes de octubre se anunció la entrega a Mauricio de las Islas Chagos, lo cual significa que casi dos siglos después, en el Imperio Británico se pondrá el sol.
