El faro del desierto de Mojave

El desierto de Mojave no tiene extremos. El desierto es un extremo en sí mismo. La temperatura más alta jamás medida en el Planeta Tierra se dio allí. 57 grados a la sombra, suficiente para matar a un ser humano en un par de horas expuesto al sol despiadado. Por las noches, sin embargo, la cosa cambia. Incluso en verano la temperatura puede caer por debajo de los veinte grados, y en invierno se han medido temperaturas de diez bajo cero. Desde hace unos años, además, por la noche el desierto no es un lugar tan solitario. En la oscuridad infinita una luz brilla más que todas las estrellas. Se trata de un faro, el faro más inesperado y más raro del mundo, a 160 kilómetros de la costa más cercana. El faro del desierto

Todo comenzó en 2008 cuando el artista Daniel Hawkins estaba cruzando el Oeste en un larguísimo viaje de Colorado a Los Ángeles. En plena noche desértica y después de quince horas al volante sufrió un ataque de agorafobia con alucinaciones por falta de sueño. En sus visiones alucinatorias veía formas cambiantes y luces cegadoras, que le recordaron a un faro. El resto del mundo habría detenido el coche en el área de descanso más próxima y habría echado un sueñecito, pero eso es porque no son artistas. Hawkins decidió que sus alucinaciones tenían que llevarse a la realidad y se puso al lío. Un par de años más tarde levantó una estructura de ladrillo bastante precaria no muy lejos de San Bernardino, California, que duró lo que dura una palmera de chocolate en la puerta de un colegio de Eritrea. Estaba demasiado cerca de la civilización y era frágil; objetivo fácil para los saqueadores y gamberros. Así que, después de ahorrar durante unos cuantos años, y todavía obsesionado con la idea de un faro para reconfortar en medio de la noche a los conductores de las carreteras más remotas, compró una pequeña parcela en medio del desierto de Mojave y diseñó una estructura mucho más sólida, con un anclaje de hormigón en el suelo y un armazón de acero inoxidable. Después de meses de trabajo, buena parte de los cuales se fueron en pelearse con la burocracia de los distintos niveles administrativos, el 2 de julio de 2017 se inauguró el Desert Lighthouse. El faro más remoto del mundo, al menos desde el punto de vista de los barcos.

Hinkley es un pueblito en medio del desierto que no tiene nada de especial salvo una estación compresora de gas natural en el gasoducto que atraviesa la localidad. No es algo que pueda justificar una visita, la verdad. Durante unas cuantas décadas la operadora de la estación descartó los desechos cancerígenos producidos por la instalación, simplemente tirándolos en el desierto. El cromo hexavalente presente en los residuos se filtró hasta las aguas subterráneas y provocó entre la población de Hinkley cientos de casos de cáncer y otras enfermedades graves a lo largo de casi medio siglo. Si te suena la historia es porque la abogada que destapó y ganó el caso se llamaba Erin Brockovich. Daniel Hawkins decidió que el lugar para su faro tenía que ser a las afueras de ese pueblo, que fue también donde tuvo el ataque alucinógeno unos años antes. El faro en sí es un esqueleto metálico cubierto de placas translúcidas y que funciona con energía solar. Si hay algo que no escasea en el desierto es luz diurna. Cuando cae la noche, la estructura completa se ilumina, y se puede ver desde kilómetros a la redonda.

El alcance del faro es de 19 kilómetros en una noche despejada, que son la mayoría en el desierto. Hinkley está a poco más de dos kilómetros y la carretera importante más cercana a cinco. La baliza está rodeada de una verja con alambre de espino y una cámara de videovigilancia 24 horas, pero lo que en general garantiza la seguridad es su aislamiento, y que a los vecinos de Hinkley les gusta tenerla cerca. Después de la catástrofe que se narra en la película de Julia Roberts la población empezó a descender y no ha dejado de hacerlo desde entonces, así que la obra de arte es la única cosa que se ha construido en las últimas décadas por allí. El arte a veces reinventa su función de maneras que el propio artista no había imaginado, y el faro del desierto no sólo es una guía para automovilistas con insomnio, sino también una luz de esperanza para los habitantes de un pueblo en decadencia.

Fuente de las fotos: Desert Lighthouse (también en Facebook). Otras fuentes, más info y fotos: Vice, Outono.net, ArtilleryMag, Wikipedia, Southwest Contemporary, Daily Press.

Si te gustó esta historia, tienes altísimas probabilidades de gozar con estas otras, que además están cerca:

California City, la ciudad por construir, sobre una ciudad que no es fantasma pero lo parece
El último pueblo del mundo por orden alfabético. Zzyzx. No, no me lo he inventado
Los pueblos fantasma de la Ruta 66, que, por cierto, pasaba muy cerca de Hinkley.

Esta historia, como todas, también aparece en El Mapa de Fronteras.

Y aprovecho para recordarte, querido lector o lectora, que me debes dinero desde el momento en el que está a la venta HISTORIONES DE LA GEOGRAFÍA: 101 historias curiosas, raras, bizarras, divertidas, o absurdas sobre la geografía del mundo. ¿A qué demonios esperas para comprarlo? ¡Acude a tu librería! ¡Es el mejor libro que jamás haya existido! ¡Compra mi libro! ¡Dame tu dinero!


Descubre más desde Fronteras

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

5 respuestas a “El faro del desierto de Mojave

  1. Avatar de Elián Carrio Elián Carrio 5-julio-2025 / 1:14 am

    cuando leo desierto de Mojave es inevitable que se me venga a la cabeza el juego de play station 1 «parasite Eve 2»; un juego de acción/aventura con toques de RPG que una de las partes del juego se centraba en una localidad llamada dryfield (creo yo inventada para el juego) ubicada en el desierto de Mojave. Era un pueblo fantasma que reflejaba el espíritu del desierto de mojave

    Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.