Hace unos años trabajé durante un tiempo de profesor de Geografía de 2º de Bachillerato en una academia madrileña. Mi trabajo, básicamente, era intentar que los chicos y chicas allí presentes aprobaran el examen de selectividad de dicha asignatura. Dado que una de las preguntas del examen consistía en identificar sobre un mapa una serie de provincias españolas, obligué a los chicos a rellenar mapas con las cincuenta provincias hasta que pudieran recorrerse la Carretera de La Coruña con los ojos vendados. Al cabo de tres o cuatro repeticiones sabían ubicarlas todas, o casi todas. Pero España no tuvo siempre cincuenta provincias, ni estuvieron siempre agrupadas de la misma manera. Algunas cambiaron de nombre, desaparecieron sumergidas en otra provincia mayor, o se integraron en regiones distintas a aquellas en las que nacieron. En España existieron las provincias de El Vierzo (sí, con uve), La Mancha o Calatayud, Albacete fue parte de Murcia y Pamplona la capital de Cantabria. Y no hace tanto de todo esto.
Mapa provincial de España