El faro del desierto de Mojave

El desierto de Mojave no tiene extremos. El desierto es un extremo en sí mismo. La temperatura más alta jamás medida en el Planeta Tierra se dio allí. 57 grados a la sombra, suficiente para matar a un ser humano en un par de horas expuesto al sol despiadado. Por las noches, sin embargo, la cosa cambia. Incluso en verano la temperatura puede caer por debajo de los veinte grados, y en invierno se han medido temperaturas de diez bajo cero. Desde hace unos años, además, por la noche el desierto no es un lugar tan solitario. En la oscuridad infinita una luz brilla más que todas las estrellas. Se trata de un faro, el faro más inesperado y más raro del mundo, a 160 kilómetros de la costa más cercana. El faro del desierto

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